El humo del tabaco puede permanecer hasta por diez años en los objetos que lo absorben, repercutiendo de manera constante en la salud, según un dato que la ciencia tras varios estudios, ha logrado comprobar.
La doctora Blanca Mayela de Santiago Pérez, expuso durante una charla en las instalaciones de JLMNoticias, los puntos clave sobre los riesgos a la salud que implica la exposición constante al humo del tabaco, un lapso llamado “de tercera mano”, en la escala de medición de riesgo sobre la actividad de fumar, es justamente la que arroja este dato sobre la permanencia y constante exposición del humo del tabaco.
Las otras dos fases, comprende una “primera mano”, que es el que lo aspira de manera directa en el cigarro como tal, los de “segunda mano”, que representa a aquellos llamados “fumadores pasivos”, que si bien no absorben del cigarro directamente, si aspiran el humo que se encuentra en el aire.
En este punto hizo un especial énfasis, al mencionar que lo contrario a lo que se puede pensar, los llamados fumadores pasivos, son quienes tienen mayor porcentaje de presentar enfermedades, la razón es muy sencilla, explica, el fumador directo cuenta con una “ventaja” y es, el filtro del cigarro, quien no está fumando aspira el humo sin filtro y agrega otro factor de riesgo, al momento de hacerlo está respirando también el dióxido de carbono de la otra persona combinado con el humo que ya exhaló.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, señala la experta, el tabaco es considerado como una droga estimulante que causa adicción y como consecuencia una serie de problemas de salud. Se trata de una serie de productos fabricados a partir de la hoja de tabaco, que puede ser chupada, aspirada, masticada o vapeada.
Repercusiones en la salud
La actividad de fumar, está relacionada a más de 50 enfermedades, entre las que destacan las del hígado, enfermedades renales, pulmonares e hipertensas, solo por mencionar algunas.
Un solo cigarro puede contener hasta 4 mil sustancias química nocivas para el organismo del ser humano, su composición no solo es la hoja que lleva el nombre, sino una serie de compuestos entre los que puede destacar la nicotina que es la que causa la adicción, el alquitrán, monóxido de carbono, amoniacos, arsénico, cadmio, níquel, acetona, entre muchos otros no compatibles con la salud.
Entre la variada gama que en la actualidad existen como forma de propagación de este perjudicial hábito, además del cigarro convencional que conocemos, de los que han derivado distintas presentaciones: saborizados y mentolados; las pipas y los puros, además de las hojas de tabaco que muchso gustan de masticar.
Se han agregado varias presentaciones, entre ellas los cigarros electrónicos y los famosos vapeadores, que a decir de la exponente al no estar regularizados, resultan los más dañinos, en especial para la generación más joven que al responder a una “moda”, son quienes más los utilizan.
¿Qué dice la legislación sobre el tabaco?
La ley General para el Control del Tabaco, indica que en México está prohibido fumar en lugares públicos, escuelas de nivel básico y media superior y transporte público; pero además, a las empresas tabacaleras no les es permitido hacerse publicidad y promoción del cigarro.
Todavía hace algunos años las marcas gozaban de anuncios publicitarios, en radio y televisión, con anuncios muy vistosos que invitaban a comprar una cajetilla.
A la fecha, los paquetes deben contener la leyenda “fumar causa cáncer”, acompañado de una imagen alusiva a la enfermedad y un breve texto advirtiendo sobre los riesgos al ser humano, que según datos del sector salud, las enfermedades relacionadas con el tabaco representa una de las principales causas de mortalidad en el país.
La OMS creó el Convenio Marco, el primer tratado internacional de salud pública que negoció la organización para el control del tabaco, en busca de reducir el consumo del tabaco y la exposición al humo.
Sus principales objetivos se enfocan en la prevención y reducción del consumo del tabaco, reducir la adicción a la nicotina, ingrediente principal del cigarro, así como la exposición al mismo y proteger a la población de los intereses de las empresas tabacaleras.
Los países que firmaron el convenio, adquirieron obligaciones que establecen la formulación y aplicación de estrategias de control.
Multas a infractores
Dentro de las medidas que la legislación federal impuso en todos los sectores del país contra el humo del tabaco y en su defecto la protección de la salud de los no fumadores, se encuentran principalmente las multas económicas.
Las prohibiciones son muy claras, para quienes reinciden en infringir la norma de no fumar, pueden hacerse acreedores a un arresto o en el caso de quienes violen la prohibición en un espacio prohibido, la multa oscila entre los mil y los tres mil pesos.
En el caso de los negocios comerciales, como restaurantes, bares, antros, merenderos y varios más del mismo giro, corren el riesgo de tener como castigo, la clausura del establecimiento y la revocación del permiso sanitario.
Una multa que puede llegar hasta los 70 mil pesos, puede ser para aquellos negocios que vendan a sus clientes cigarros sueltos.
Un punto sobresaliente que expuso De Santiago Pérez, fueron las “MPOWER”, el plan de seis medidas que la Organización Mundial de la Salud desarrolló para contrarrestar la epidemia del tabaquismo.
Estas seis medidas son: vigilar el consumo del tabaco, proteger a la población del humo, ofrecer ayuda para el abandono del tabaco, hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, así como el aumento a los impuestos.
¿Qué repercusiones tiene en la salud dejar de fumar?
La doctora indica que dejar de fumar tiene múltiples repercusiones en la salud de manera positiva, paulatinamente los resultados se verán reflejados a corto y a largo plazo, siendo el más importante la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares; dejar de fumar mejorará la circulación del ser humano y su funcionamiento pulmonar.
A corto plazo
Si la persona ha dejado de fumar entre dos semanas y tres meses, la circulación sanguínea mejora y existe un aumento en el funcionamiento pulmonar; entre 1 y nueve meses, los riesgos de sufrir un evento cerebrovascular, es considerado igual al de un no fumador.
A largo plazo
Alcanzado el año de haber dejado el “vicio”, la persona verá reducido en un 50 por ciento en comparación con un fumador asiduo, el riesgo de padecer cardiopatías coronarias.
Con cinco años libre de tabaco, el riesgo de presentar alguna enfermedad y de morir por un derrame cerebral, se asemeja al de las personas que nunca fumaron.
Más beneficios
Para quien ya ha tomado la determinación de abandonar el hábito, explica la doctora, la apariencia de la piel se verá visiblemente mejorada, además que para los niños se les reducirá el riesgo de enfermedades respiratorias y de infecciones en el oído.
En las mujeres en específico, se normalizan los niveles de estrógeno, además de aumentar de manera considerable las posibilidades de un embarazo saludable y también aminora el riesgo de contraer enfermedades de las encías y sufrir la pérdida de dientes.