La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, firmó este jueves una ley estatal que busca derogar una legislación de la era de la Guerra Civil aprobada en 1864 que impone una prohibición casi total del aborto en ese estado.
“Estoy satisfecha de que hoy terminamos con esta ley draconiana que fue aprobada por 22 hombres antes de que Arizona fuera un estado”, dijo Hobbs durante la firma y rodeada de defensores de los derechos reproductivos de la mujer..
La gobernadora demócrata advirtió que, no obstante, el trabajo todavía no ha terminado, ya que “aún no existen” garantías que protejan el derecho de las mujeres sobre sus cuerpos, incluyendo acceso a métodos anticonceptivos.
“En las últimas semanas, los médicos nos expresaron sus miedos a ser sancionados por hacer su trabajo, y hay mujeres, inclusive, que dudan de que Arizona sea un buen lugar para tener una familia”, resaltó Hobbs.
Los demócratas en la legislatura estatal, con el apoyo de algunos republicanos, lograron que el Senado Estatal de Arizona aprobara este miércoles la legislación, que fue enviada de inmediato al escritorio de la gobernadora para su firma.
Ambos partidos enfrentaban una fuerte presión política con miras a las elecciones presidenciales de noviembre después de que la Corte Suprema de Arizona restableciera la controversial ley el pasado 9 de abril.
La medida, promulgada en la época de la Guerra Civil, convertía el aborto en un delito grave punible con una condena de dos a cinco años de prisión a la mujer que lo practicase o a cualquiera que brindara ayuda para este fin, incluyendo médicos y enfermeras.
La única excepción al aborto contemplada en esta ley era en caso de que la gestante estuviera en serio peligro de perder la vida.
La nueva ley firmada por Hobbs reemplaza la ley aprobada antes de que las mujeres pudieran votar por una que salió adelante en 2022 por la misma legislatura estatal, que permite el aborto hasta las primeras 15 semanas de embarazo y establece excepciones por violación, incesto o peligro de muerte para la madre.
Sin embargo, aún existe la posibilidad de que la legislación de 160 años de antigüedad se aplique por algún tiempo.
Esto es debido a que la ley firmada por la gobernadora demócrata no entrará en vigor hasta 90 días después de que termine la presente sesión legislativa, la cual se podría extender aún por varias semanas hasta que se apruebe el presupuesto estatal.
La Procuradora de Justicia del Estado de Arizona, Kris Mayers, solicitó esta semana a la Suprema Corte de Arizona un periodo de 90 días para decidir si presentará una apelación ante el Supremo de los Estados Unidos.
Mayers indicó que el estado no estaría listo para implementar esta polémica ley hasta el próximo 27 de junio.
Hobbs aseguró que seguirá luchando por todas las vías posibles para evitar, a toda costa, que entre en vigor una legislación que elimina prácticamente el aborto en el estado.
A prácticamente seis meses de las presidenciales, las restricciones a la interrupción del embarazo serán decisivas en las urnas.
Actualmente, grupos que defienden el derecho reproductivo de las mujeres se encuentran recolectando firmas de votantes para llevar a las urnas en Arizona una ley que busca eliminar restricciones al derecho al aborto en el estado.