Usuarios de los gimnasios exigieron la intervención de las autoridades de Regulación Sanitaria para frenar el descarado tráfico y uso de esteroides anabólicos y otros productos con los que se está comprometiendo la salud de quienes acuden a ejercitarse, luego de que se han reproducido los casos de infartos, problemas hepáticos y afecciones renales delicadas por el abuso de productos para aumentar la masa muscular de manera artificial.
“Las autoridades encargadas de regular la actividad en los gimnasios está desentendida de lo que sucede al interior de estos establecimientos, basta con hacer una revisión para encontrar en los cestos de basura lotes importantes de jeringas que se utilizan para inyectar sustancias peligrosas que son recomendadas por pseudoinstructores que se hacen pasar también como nutriólogos”, advirtió el padre de un joven que acudía a un gimnasio y que resultó con problema renal delicado por los anabólicos.
Sostuvo que el problema que se registra en algunos de los gimnasios no se relaciona sólo con los esteroides que recomiendan los instructores y que se venden de manera irregular en algunos establecimientos, sino que va más allá puesto que igual se ponen dietas y rutinas con las que se han provocado infartos en las personas que acuden a esos lugares con la intención de aumentar la masa muscular o mejorar su condición física.
Se advirtió que el problema se torna delicado ante el hecho de que quienes ponen las rutinas o las dietas en los gimnasios resultan ser personas que en la mayoría de los casos no tienen la preparación y que se hacen pasar como instructores sólo por haber tomado algún curso en línea o porque cuenta con un cuerpo atlético basado en el consumo de anabólicos.
“No es fortuito el hecho de que de un tiempo a la fecha y por todos los rumbos de la ciudad estén apareciendo gimnasios, pues por como se están manejando muchos de estos lugares, no es difícil creer que se está dando el tráfico de esteroides y quizá hasta de otro tipo de productos que resultan ser peligrosos para la salud, por lo que urge que la Cofepris actúe de inmediato para frenar ese problema y supervisar la correcta operación de esos establecimientos”, mencionaron personas que indicaron que en muchos de esos sitios para hacer ejercicio se da la venta libre de productos peligrosos para la salud.
Expusieron que no hay un control en la operación de los gimnasios y que esa situación está siendo aprovechada por los instructores, dueños o empleados de los mismos centros de ejercitación para imponer rutinas y dietas peligrosas, pero también para comercializar “bolsitas” de supuestos complementos alimenticios que están generando problemas de salud.
El consumo de esteroides anabólicos puede causar daños graves, duraderos y, en algunos casos, irreversibles, así como ataques cardíacos prematuros, derrames cerebrales, tumores hepáticos, insuficiencia renal, depresión y hasta problemas psiquiátricos.