El mexicano Javier Aguirre ha celebrado la última rueda de prensa como entrenador del Mallorca en el estadio Son Moix en medio de los aplausos de sus jugadores y en un ambiente distendido, en el que incluso bromeó, sin entrar en detalles de la reunión en la que el club le anunció que no le renovaría el contrato.
“Es un ciclo que cierra. Fue bonito mientras duró. En el marco de respeto y profesionalismo logramos grandes cosas. Prometo no quebrarme, esto es lo que me llevo”, dijo Aguirre en la previa de la visita de los bermellones al estadio del Getafe.
“Esta es la primera vez que me despiden con aplausos. Es fantástico. El club me dijo que querían que nos reuniéramos (para anunciar que no seguiría), y en principio me pareció precipitado, forzado. Pero la educación debe ir por delante; además, me acompañó gente maravillosa”, dijo Aguirre en relación al acto de despedida que el Mallorca organizó el pasado jueves en una sala de Son Moix.
Su futuro en los banquillos o en los despachos, no lo quiso desvelar. “No sé si (en Getafe) será mi último partido. La energía se va diluyendo. Me han llamado equipos fuera de España y estoy en la duda. Empecé en 1996 y nunca me imaginé que 28 años después iba a estar aquí”, apuntó.
El “Vasco” pondrá fin a la etapa de poco más de dos años en el banquillo mallorquinista este domingo en el mismo escenario en el que inició su etapa en la isla (marzo de 2022).
“En Getafe hay que terminar bien la temporada, acabar bien el ciclo. No tenemos que hacer un partido en el que todo nos dé igual. No. Hay que ser profesional hasta el último instante, cumplir con el contrato. Y con el compromiso que tiene este grupo humano seguro que mañana darán la cara”, enfatizó.
A la pregunta de si se había formado una opinión de porqué la directiva, con el director de fútbol Pablo Ortells al frente, no le había ofrecido la renovación de su contrato, respondió con ironía: “Lo entiendo y lo respeto, quizás habían cosas que al club no le gustaban. Me di cuenta de que algo olía mal cuando empezaron a aparecer nombres (de entrenadores candidatos a sustituirle). Y eso no había ocurrido la temporada pasada”.
“Soy gente del fútbol -agregó- pero el que venga encontrará aquí a una familia. Han sido 96 partidos aquí y la palabra que mejor lo define es ‘cariño’. Hemos formado un bonito grupo y, quizás, con tres o cuatro cositas podíamos hacer una buena temporada el próximo año. No lo sé”.
Aguirre, asimismo, no quiso revelar el contenido de los términos en que Ortells le comunicó que no seguía: “Eso queda entre nosotros, son cosas privadas. No me gusta enviar mensajes a través de la prensa. El club es importante. Los demás vamos de paso”, explicó.
Finalmente, el técnico de Ciudad de México respondió a la pregunta de cuál había sido su mejor y peor momento en el banquillo bermellón.
“Lo peor, sin duda, el 2-6 ante el Granada (que situó al equipo al borde del descenso nada más hacerse cargo del equipo). Y lo mejor, la noche de San Sebastián (el Mallorca se proclamó finalista de la Copa del Rey al eliminar a la Real Sociedad en la tanda de penaltis)”, remarcó Javier Aguirre.
Con información de EFE