De manera cruda y enérgica y luego de exponer la problemática en sendas manifestaciones públicas en la plaza y en los juzgados hasta donde llevan su caso, familiares y pacientes renales clamaron respeto a su condición y que no se les cambie de clínica para recibir las hemodiálisis que requieren, pues dejaron en claro que “no queremos que a nuestros enfermitos en vez de mandárnoslos controlados a la casa nos los manden en un cajón”.
Luego que familiares de pacientes renales visibilizaron el viacrucis en que se ha convertido su atención médica y el tratamiento especializado que requieren para contener la insuficiencia renal, pacientes que son derechohabientes del IMSS denunciaron que por intereses oscuros se les notificó que una vez más serán cambiados de clínica para recibir las sesiones de hemodiálisis, sin darles ninguna garantía sobre el servicio.
Con carteles en mano donde exigen que no se les trate como simple mercancía y que se les respete como personas y como enfermos, los pacientes renales dijeron que el cambio de clínica afecta a más de 800 personas que tienen el servicio de hemodiálisis subrogado, toda vez que a donde se les pretende mandar no sólo les queda retirado a muchos de los enfermos que proceden de los municipios del interior, sino que tampoco hay certeza en la capacidad del personal, equipos e instalaciones.
“Ya nos adelantaron que nos transferirán a los pacientes de hemodiálisis a la clínica que opera en el Edificio Tepeyac, que está por el rumbo de la Central Camionera, pero creemos que detrás de la decisión hay otro tipo de intereses, pues resulta que el proveedor bajó el precio de los tratamientos para hacerse de los 800 pacientes, sin tomar en cuenta la gente del IMSS que lo que están haciendo es exponernos a muchas cosas por un mal servicio”, expresaron los manifestantes.
Señalaron que los directivos y el personal de la clínica que subrogan el servicio a los pacientes renales hicieron la notificación de que serían las últimas sesiones de hemodiálisis que se brindan en sus instalaciones debido a que ya se firmara un contrato con una nueva clínica, en este caso la que se ubica en el Edificio Tepeyac, cosa en la que sostuvieron que definitivamente no están de acuerdo porque con ello sólo se les expone a que se agudice la enfermedad crónica que padecen.
De manera abierta, los manifestantes expusieron que las autoridades del IMSS “están jugando y atentando contra la vida de pacientes renales que tienen años en tratamiento, por lo que de ninguna manera estamos de acuerdo con lo que pretenden hacer con el servicio y por lo mismo hacemos un llamado urgente a las autoridades en general para que se pongan en nuestros zapatos y no permitan que por intereses mezquinos lucren con nuestro problema de salud”.
Familiares de enfermos indicaron que fueron los directivos de la clínica donde se les ha atendido de un tiempo a la fecha los que les alertaron de lo que harán las autoridades del IMSS con el servicio para los pacientes renales que requieren del tratamiento de hemodiálisis.