A pesar del amparo interpuesto por algunos pacientes renales, el IMSS los envió a recibir atención a la Clínica UNAE, en el Edificio Tepeyac, en donde desde el viernes por la noche y el sábado les empezaron a prestar servicios.
Ante esta circunstancia, los pacientes señalaron que seguirán amparándose y en la lucha por no llegar a esta clínica, en donde no hay condiciones para que se les otorgue una atención de calidad, que garantice que su salud y su vida no están en riesgo.
De este modo, gran disgusto originó a los enfermos renales inconformes con el Seguro Social el que siempre sí se tuvieran que ir al Edificio Tepeyac, a pesar de que se realizó el movimiento para evidenciar que no tiene las condiciones para prestarles la atención especializada.
Desde el pasado viernes por la noche y este sábado, alrededor de 400 enfermos fueron canalizados “por debajo del agua” a recibir atención en dicho lugar, en tanto que los 504 amparados seguirían en sus clínicas, pero por tiempo limitado.
Ante el cambio aplicado y realizado por el IMSS en la tarde del viernes -pese a que previamente había anunciado que acataría lo que la autoridad judicial determinara en el caso de la suspensión provisional propiciada por el amparo interpuesto esta semana-, “de chingadazo” y cuando ya no podíamos ir a ningún lado para exigir” se enviaron las listas de pacientes que tendrían qué acudir a la del Tepeyac.
Lo anterior originó que ayer un número indeterminado de estos pacientes asignados a dichas instalaciones se tuvieran que ir a amparar para no presentarse a recibir atención y seguir en sus respectivas clínicas anteriores a la nueva licitación, que son Carint, Ucune y Renis.
Pero también algunos pacientes decidieron acudir por miedo a perder sus tratamientos y poner en riesgo su vida.
Señalaron, no obstante, que la lucha sigue, pues los enfermos renales no están de acuerdo con la atención subrogada que se presta en este lugar, en donde ni siquiera los elevadores son adecuados, pues no cuentan con el espacio suficiente para el traslado de una camilla y a duras penas la gente puede transportarse en ellos.
Anteriormente ya habían señalado las fallas de esta bodega habilitada como clínica de hemodiálisis y por lo mismo el lunes seguirán con los amparos para evitar ser trasladados a este lugar, a donde varios pacientes, contrario a su voluntad, han tenido que acudir desde este fin de semana para no afrontar consecuencias en su delicado tratamiento renal.