Naciones Unidas, 20 sep (EFE).- El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, se jactó este viernes del bombardeo israelí de hoy contra el sur de Beirut que mató a catorce personas porque con él consiguió eliminar al comandante de Hizbulá Ibrahim Aqil, “uno de los hombres más buscados del globo”, en unas declaraciones en la entrada del Consejo de Seguridad.
Danon atribuyó a Aqil un papel en el bombardeo de la embajada de EE.UU. en Beirut en 1983, que acabó con la vida de 83 estadounidenses, y “su responsabilidad por el asesinato de cientos de estadounidenses e israelíes”, y al ser preguntado por la muerte de muchos civiles ‘colaterales’ en el ataque de hoy, culpó a Hizbulá de esconder a sus dirigentes entre la población civil.
En la sesión posterior del Consejo, solicitada por Argelia a petición del Líbano, el embajador estadounidense adjunto Robert Wood subrayó que su país “no ha tenido ningún papel en ninguna de las acciones que podrían hundir a la región en una guerra devastadora”, pero también dijo de forma inequívoca que la responsabilidad última de recrudecimiento de hostilidades recae sobre Hizbulá.
Muy distinta fue la interpretación del embajador chino, Fu Cong, que criticó a Israel por “su obsesión con el uso de la fuerza” y por “sus violaciones a la soberanía del Líbano, así como su temeridad que puede llevar a la región a otra catástrofe”, para lo que pidió a otros países con influencia sobre el Estado hebreo para que le persuadan a “no seguir el camino equivocado”.
A la sesión habían sido invitados la subsecretaria general para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, y el alto comisionado para Derechos Humanos, Volker Türk, que en ambos casos reclamaron a las partes contención y subrayaron el peligro muy real de que la apertura de dos frentes en Gaza y en Líbano por parte de Israel puede conducir a toda la región a una conflagración sin precedentes.
De hecho, el embajador israelí reconoció este viernes que el viaje del primer ministro Benjamín Netanyahu para participar en la semana de Alto Nivel de la ONU está ahora en el aire, dependiendo de cómo evolucione la situación.