Puebla (México), 21 oct (EFE).-Los mexicanos han comenzado a colocar enormes altares y ofrendas para el Día de Muertos, uno de los festejos más emblemáticos del país donde el 1 y 2 de noviembre se celebra la muerte y la memoria de los difuntos.
Uno de los más llamativos es la primera ‘megaofrenda boutique’, con figuras gigantes elaboradas de manera artesanal en diferentes técnicas de cartonería, que se colocó en la antigua Hacienda San Mateo en el municipio de Atlixco, en el céntrico estado de Puebla, donde estará disponible hasta el 10 de noviembre.
Para hacer extraordinaria la ofrenda en Atlixco, los visitantes pueden solicitar que la fotografía de sus familiares o mascotas que ya fallecieron se proyecten en una pantalla colocada en el nivel más alto de la ofrenda.
Omar Rangel, coordinador de la ‘megaofrenda’, explicó este lunes a EFE que esta idea surgió con el sueño de contribuir a mantener viva la tradición del Día De Muertos y mostrar los elementos que contiene, como los objetos que gustaban en vida a los difuntos.
“Los gustos más clásicos de todos los mexicanos, que pueden ser los cigarritos, la fruta, unos cerillos, jugamos un poco con la nostalgia de la gente”, detalló.
El elemento más representativo es la cruz de 4 metros de alto elaborada con pan tradicional ‘cachetona’ del municipio de Tochimilco que cuenta con detalles en la masa que la hacen parecer madera tallada.
“Es importante jugar con estas emociones y poder llegar al corazón de las personas por medio de estos elementos, como los cigarros Faro, que nos recuerdan a los abuelitos, a los tíos o al primo que ya no está con nosotros, entonces son una manera de recordarlos”, describió Rangel.
La tradición marca que el 1 y 2 de noviembre es el tiempo en el que las almas de los parientes fallecidos regresan a casa para convivir con los familiares vivos, guiados por las velas y un camino de pétalos de cempasúchil y nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares u ofrendas.
Esta ofrenda, que estará abierta al público hasta el 10 de noviembre, presenta elementos tradicionales como:
Figuras gigantes de cartonería: Elaboradas de forma artesanal, estas figuras representan elementos clave de la celebración.
Comida y bebida: Frutas, dulces típicos como el alfeñique y pan de muerto forman parte de la ofrenda.
Cempasúchil: Miles de macetas de esta flor adornan el altar.
Elementos personales: Los visitantes pueden proyectar fotos de sus seres queridos en la ofrenda.
La cruz de pan de 4 metros y la figura de un Xoloitzcuintle son dos de las piezas más destacadas. La idea detrás de esta megaofrenda es mantener viva la tradición del Día de Muertos y conectar a las personas con sus seres queridos fallecidos a través de elementos que evocan recuerdos y emociones.