Un velador fue ejecutado de un balazo en la cabeza, al sur de la ciudad, luego de ser señalado como un presunto vendedor de drogas cuyo punto de distribución son las ladrilleras en la comunidad de Los Arellano, y en donde tuvo su último domicilio.
El occiso fue identificado como Juan Carlos Ibarra de 36 años de edad, quien al momento de los hechos se encontraba en el desempeño de su labor como velador en un edificio en el fraccionamiento Rústicos Calpulli, en compañía de su padre.
Fue alrededor de las 5:30 de la mañana de hoy lunes, que avisó a su progenitor que iría a la tienda de conveniencia Oxxo de la carretera 45 sur para comparar algunas cosas, momento que fue aprovechado por los asesinos para acabar con su vida.
El cuerpo del hombre fue tirado sobre la vía pública cerca de las seis de la mañana, sobre las avenidas José María Chávez y José María Escrivá de Balaguer, en el fraccionamiento Rústicos Calpulli, atrás de un conocido hotel.
Momentos más tarde, las autoridades recibieron los reportes del hallazgo, por lo que al acudir al lugar confirmaron que se trataba de un hombre.
El padre de Juan Carlos al percatarse de que ya había transcurrido mucho tiempo sin que regresara, le realizó numerosas llamadas sin respuesta, motivo por el cual fue en su búsqueda, encontrándose con varias patrullas con torretas encendidas y decidió acercarse al pensar que lo habrían detenido.
Pero al estar más cerca, se percató de que el cuerpo tirado coincidía con la vestimenta de Juan Carlos, por lo que de inmediato lo identificó como su hijo.
En un principio, se dijo que el velador presentaba una herida en el cuello por lo que pudo tratarse de un asalto al que se resistió, sin embargo se confirmó que presenta un sola herida por arma de fuego en la cabeza.
Con éste escenario se determinó que Juan Carlos posiblemente se dedicaba a la venta de estupefacientes en Los Arellano, donde vivía, cuya presunción por parte de las autoridades, fue de que posiblemente recibió alguna llamada de sus asesinos como señuelo para obligarlo a retirarse de su lugar de trabajo y éste al hacerlo, fue ejecutado.
La zona fue acordonada por agentes de la Fiscalía General del Estado, luego que los paramédicos confirmaron que Juan Carlos ya no presentaba signos de vida.
Las investigaciones correspondientes quedaron a cargo de agentes ministeriales de la Policía de Investigación Criminal, mientras que los elementos de Servicios Periciales, hicieron el levantamiento del cuerpo con rumbo al Servicio Médico Forense, para la necropsia de ley.