A pesar de la aprobación por mayoría de la ley de corridas de toros sin sangre por parte del pleno del congreso de la ciudad de México, una iniciativa que presentó en días pasados la jefa de gobierno Clara Brugada, quienes conocen los procesos por los que el animal pasa hasta llegar al ruedo a ofrecer un espectáculo considerado como una tradición cultural de muchos países del mundo, han manifestado su desacuerdo pues consideran a dicha ley fuera de contexto y en total desconocimiento del tema.
¿Qué es lo que hay que conocer sobre la tauromaquia antes de emitir un juicio?
Por principio de cuentas, la tauromaquia se define como el arte de lidiar toros a pie o a caballo, que se manifiesta principalmente por la corrida de toros, una tradición cultural que ha trascendido con los años, ya que desde sus orígenes en España en el siglo XII, el toro es considerado e incluso venerado como un símbolo de poder y de fuerza.
Bajo este criterio, las corridas de toros no solo se trata de un mero evento de entretenimiento, cada etapa de la corrida tiene un significado específico, un ritual que logra fusionar lo sagrado con lo profano, tradiciones ancestrales y modernas, la tauromaquia es un reflejo de la historia, del arte y la valentía de todo un pueblo.
¿Cuáles son esas etapas y qué significan?
Una corrida de toros se divide en tres partes llamadas “tercios” y dos suertes traducidas en capote y banderillas. Cada etapa tiene un objetivo específico que representa cada una de las fases.
El primer tercio se denomina “Tercio de Varas”, que es la primera fase y comienza con la salida del toro a la arena, los toreros lo reciben con el capote para analizar su comportamiento, fuerza y bravura. El picador, un torero montado a caballo entra en acción, utilizando una puya, que es una vara con punta de acero para picar al toro en el lomo. El objetivo de este primer tercio es restar fuerza al toro y hacerlo bajar la cabeza para facilitar la faena siguiente.
La segunda fase o “Tercio de Banderillas”, tiene como finalidad el reavivar al toro después del castigo del picador, equilibrar su embestida y avivar su bravura. Es en esta fase donde los banderilleros colocan tres pares de banderillas en el lomo del toro.
La última fase llamada “Tercio de Muerte” es la más importante y como su nombre lo dice, termina con la muerte del animal, cuya finalidad es demostrar el dominio del torero sobre el toro y finalizar la faena.
El matador lo torea con la muleta, haciendo pases y buscando la mejor colocación para la estocada final, en la que el torero hunde la espada en el morrillo del toro para causar su muerte. Si la estocada no es efectiva, se usa la puntilla para darle el golpe final.
Cuidados de toros de lidia
El toro de lidia o de casta, es un animal que por naturaleza es bravo pero también privilegiado. Quienes se dedican al cuidado de estos animales tienen claro que se le debe respeto y una de las principales prioridades es brindarle al toro un ambiente de bienestar y buenos cuidados físicos.
Un toro de lidia desde su nacimiento recibe cuidados específicos, no cualquier toro sirve para ser lidiado. El animal debe desarrollarse bajo ciertos criterios que van desde un ambiente limpio, una correcta alimentación, nutrirlo con vitaminas, vigilar que si el ternero no puede alimentarse por su madre, pueda recibir los calostros equivalentes al 10 por ciento de su peso corporal en las primeras 8 horas de vida, sus cuidados son fundamentales para que pueda brindar una buena ejecución frente a su adversario.
Un buen ejemplar debe ser criado en las dehesas, su ambiente por naturaleza más allá del ruedo y más allá de los encierros mientras aguarda su turno en la faena.
La alimentación de un toro en crecimiento debe tener una dieta rica en fibra pero baja en concentrados, que sean proporcionales al 1.5 por ciento de su peso, es decir, el toro debe consumir al día el heno y alfalfa suficientes para que tenga una ganancia corporal entre una y dos libras diarias.
¿Por qué el toro es picado durante el acto?
Durante la faena, los toros de lidia son picados con la puya durante el “tercio de varas”. La idea de que esto se hace específicamente para que liberen adrenalina es una mera simplificación.
Al tratarse de un duelo, la función oficial de la puya es reducir la fuerza y agresividad del toro, así como hacer que baje la cabeza para que la lidia posterior sea más manejable. Otro punto a destacar es que el castigo ayuda a equilibrar el esfuerzo del toro, evitando que embista con demasiada fuerza desde el inicio y se agote antes de tiempo.
En términos fisiológicos, cualquier situación de estrés o dolor provoca la liberación de adrenalina y otras hormonas en el animal, lo que podría hacer que el toro se mantenga activo a pesar de las heridas. Sin embargo, la adrenalina no es el objetivo principal del tercio de varas, sino más bien un efecto secundario.
Es preciso recalcar que si un toro a lo largo del ritual ha demostrado bravura y firmeza ante su oponente el torero, este puede ser indultado y devuelto a la ganadería para dejar decendencia y vivir una vida tranquila, su misión fue cumplida con valentía, pero la corrida solo se considera exitosa cuando el matador culmina el ritual matando toro.