A dos semanas del descubrimiento del Rancho Izaguirre en Teuchitlán Jalisco, el fiscal estatal Manuel Alonso García aseguro que a la fecha no existen indicios que de que restos encontrados en el campo de exterminio presuntamente operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación, correspondan a personas desaparecidas originarias de Aguascalientes.
Expuso también que a la fecha tampoco se le ha solicitado al estado en específico a la dependencia que encabeza, ninguna colaboración o cotejo de información que indique que se haya encontrado alguna prueba que relacione a los restos encontrados con alguna desaparición en Aguascalientes.
Sin embargo, aclaró que dada la prontitud y el corto tiempo que llevan las diligencias, no es posible cantar victoria aún, pues es un tema y una serie de investigaciones minuciosas, que llevará un largo tiempo llegar a conclusiones que cierren esa carpeta de investigación.
Si bien el fiscal señaló que no tienen información que indique que aguascalentenses hayan sido reclutados por la delincuencia organizada, si tienen conocimiento que jóvenes de otros estados como Puebla y Zacatecas, cayeran en las redes del crimen para realizar labores de halconeo en la entidad, aunque sembró la duda ya que dijo, ahora “la moda” es decir al momento de su detención, que fueron enganchados y reclutados por los grupos criminales.
Es preciso decir, que las células criminales utilizan las redes sociales para ofrecer atractivas ofertas de trabajo bien remuneradas con pocos o nulos requisitos y niveles de preparación escolar, con la finalidad de integrar en sus filas a nuevos sicarios que trabajen para los cárteles.
Recordemos que la fiscalía de Jalisco, en los meses de septiembre y octubre de 2024 habrían descubierto el Rancho Izaguirre, logrando liberar a dos secuestrados y la captura de 10 criminales, no obstante dejaron sin ampliar las investigaciones en busca de indicio que les permitiera dar con el paradero de la célula criminal que lo operaba.
Fue el pasado 5 de marzo que el también llamado rancho “del horror”, fue irrumpido a cargo del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, donde fueron encontrados restos humanos y pertenencias de personas secuestradas, además de varios hornos de cremación, que se presume fueron utilizados para la desaparición de reclutados, que la delincuencia logró captar mediante falsas promesas de trabajo.