Cada 30 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar, una fecha que busca generar conciencia sobre este padecimiento mental y erradicar los estigmas que lo rodean. Además, se promueve la difusión de información y el acceso a grupos de apoyo para quienes viven con esta condición.
El Trastorno Bipolar es una enfermedad mental compleja que afecta a millones de personas en el mundo. La falta de información y los estigmas en torno a este padecimiento pueden dificultar su diagnóstico y tratamiento, por lo que es fundamental generar conciencia sobre su impacto y la importancia del apoyo familiar y social en la vida de quienes lo padecen.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 se estimó que aproximadamente 45 millones de personas en el mundo padecen Trastorno Bipolar.
¿Qué es el Trastorno Bipolar?
El Trastorno Bipolar es una enfermedad mental caracterizada por cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde episodios de euforia (manía) hasta periodos de profunda tristeza (depresión).
Especialistas explican que las personas con esta condición pueden experimentar variaciones drásticas en su humor y comportamiento, afectando su vida personal, social y laboral. En los casos más graves, el trastorno puede derivar en un colapso emocional o incluso en pensamientos suicidas.
El Trastorno Bipolar está asociado con un funcionamiento cognitivo reducido, menor calidad de vida y es considerada una de las principales causas de discapacidad entre los jóvenes. No se tata de causas psicológicas , sino a alteraciones químicas.
¿A quiénes afecta?
Esta enfermedad puede presentarse tanto en hombres como en mujeres y suele manifestarse entre los 15 y 25 años. Aunque no hay una causa específica que lo provoque, estudios han demostrado que existe un factor hereditario importante, es decir, personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen una mayor predisposición a desarrollarla.
Otros factores desencadenantes pueden incluir el uso de antidepresivos o esteroides, el insomnio, el parto en mujeres y el consumo de sustancias psicoactivas.
Tipos y fases del Trastorno Bipolar
El Trastorno Bipolar se clasifica en varios tipos:
- Bipolar I: Presenta al menos un episodio de manía severa.
- Bipolar I 1/2: Se caracteriza por depresiones con hipomanías prolongadas.
- Bipolar II: Manifiesta episodios de hipomanía alternados con depresión.
- Bipolar II 1/2: Incluye depresiones con inestabilidad anímica.
Las fases del trastorno incluyen la manía, que puede dividirse en hipomanía, manía aguda y manía delirante; y la depresión, caracterizada por sentimientos de tristeza, desinterés y desesperanza.
Síntomas y detección
La sintomatología puede variar según la fase en que se encuentre la persona.
Fase maníaca:
- Episodios que pueden durar días, semanas o incluso meses.
- Distracción constante.
- Falta de autocontrol y temperamento explosivo.
- Insomnio y comportamientos imprudentes como consumo excesivo de alcohol o drogas.
- Habla acelerada y pensamiento apresurado.
- Necesidad compulsiva de gastar dinero.
Fase depresiva:
- Episodios más prolongados que los maníacos.
- Tristeza persistente.
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
- Cambios en el apetito y peso corporal.
- Fatiga y sentimientos de culpa o baja autoestima.
- Falta de interés en actividades previamente disfrutadas.
- Pensamientos suicidas y aislamiento social.
En algunos casos, pueden coexistir síntomas de manía y depresión al mismo tiempo, lo que se conoce como estado mixto, o presentarse en ciclos rápidos, con cambios abruptos entre un estado y otro.
Cómo apoyar a una persona con Trastorno Bipolar
Para quienes conviven con una persona diagnosticada con Trastorno Bipolar, es fundamental comprender su condición y evitar juzgar sus comportamientos. Algunas recomendaciones incluyen:
- Ser empático y abierto a la comunicación.
- No minimizar sus emociones o experiencias.
- No tomar como algo personal ciertas respuestas impulsivas o agresivas.
- Asegurar que mantengan hábitos saludables, como una alimentación equilibrada y un buen descanso.
Tratamiento
Aunque el Trastorno Bipolar no tiene cura, existen tratamientos que permiten a los pacientes llevar una vida estable. Las opciones incluyen:
- Psicoterapia: Terapias de conversación con especialistas para el manejo emocional.
- Grupos de apoyo: Espacios donde las personas pueden compartir experiencias y estrategias para afrontar el trastorno.
- Medicación: Bajo supervisión médica, se prescriben estabilizadores del ánimo, antidepresivos o antipsicóticos, dependiendo del caso.
Es importante que el tratamiento sea monitoreado por un especialista, ya que la medicación utilizada suele ser controlada y su administración requiere ajustes periódicos.