Con su imponente voz y una presencia escénica impecable, el tenor mexicano Fernando de la Mora ofreció una noche inolvidable en el Foro de las Estrellas, en el marco del quinto concierto del programa artístico de la Feria Nacional de San Marcos. El romanticismo fue el hilo conductor de una velada donde los boleros fueron protagonistas.
Desde los primeros acordes, De la Mora cautivó a la audiencia con una cuidada selección de los boleros más emblemáticos, interpretados con la maestría que lo caracteriza. Un público conocedor y fiel no dudó en acercarse al escenario para disfrutar de su talento, convirtiendo el recital en una verdadera serenata.

El espectáculo abrió con un clásico de la ópera italiana, “Funiculì Funiculà”, mientras el tenor, elegantemente vestido con un smoking negro, marcaba el tono de una noche colmada de emociones que hizo juego con la gran orquesta que lo acompañó. Luego llegó el turno de “Granada”, una célebre canción española que, en la voz del mexiquense, resonó con fuerza entre el público.
El recorrido musical hizo escala en México con temas como “Amor de mis amores”, de Agustín Lara, y “Quinto patio”, popularizada por Javier Solís, “Mucho corazón”, “Flores negras”, ”Cuando vuelva a tu lado” y “Júrame”. Con estas piezas, De la Mora rindió homenaje a los grandes compositores mexicanos.

Demostrando su versatilidad más allá del repertorio operístico, el tenor sorprendió con un cambio de vestuario, ahora en blanco y negro, para interpretar “Quiéreme mucho”, de Gonzalo Roig, y “Sabor a mí”, otro clásico del bolero latinoamericano.
La evocación nostálgica continuó con “Contigo aprendí”, un canto al amor en todas sus formas. Pero las sorpresas no se detuvieron ahí: un tercer cambio de vestuario, esta vez con el tradicional traje de charro, marcó la entrada del mariachi.
“La Bikina” lució con majestuosidad en la voz de Fernando de la Mora, seguido de un gran popurrí de música mexicana, para cerrar la velada con broche de oro al interpretar “Pelea de gallos”, el himno de la feria, dejando su vibrato impregnado en cada rincón del Foro de las Estrellas y del público que aplaudió su participación.



