Tras la prohibición de la venta de alimentos chatarra en las cooperativas escolares, autoridades del sector educativo han reportado una respuesta positiva por parte de directivos, docentes y padres de familia.
Con el objetivo de promover una alimentación saludable entre los menores de edad, principalmente en planteles de nivel preescolar y primaria, el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), a través de su titular, Luis Enrique Gutiérrez Reynoso, señaló que esta medida fue implementada con la finalidad de reducir significativamente el consumo de productos etiquetados con tres sellos, considerados de alto contenido calórico, azúcares, grasas saturadas y sodio.
El funcionario destacó la colaboración activa de madres y padres de familia, quienes han respetado la disposición del IEA al enviar únicamente alimentos saludables en las loncheras de sus hijos. Agregó que se mantendrá la vigilancia en todos los planteles escolares del estado, con el fin de garantizar que la medida se cumpla cabalmente.
Medida vigente desde inicios de 2024
La restricción a la venta de alimentos ultraprocesados en escuelas de Aguascalientes fue implementada formalmente en 2024, como parte de una estrategia integral de salud pública impulsada por el IEA en coordinación con los Servicios de Salud del Estado.

La iniciativa se alinea con los lineamientos federales de nutrición escolar, y busca generar entornos escolares más saludables a través de la eliminación progresiva de productos como refrescos, frituras, pastelillos y golosinas industrializadas dentro de los centros educativos.
Daños del consumo excesivo de productos chatarra
Numerosos estudios han documentado los efectos negativos del consumo excesivo de alimentos chatarra, especialmente en población infantil. Entre los principales riesgos destacan:
- Obesidad infantil, que ha aumentado en México en los últimos años y se asocia con problemas metabólicos a futuro.
- Diabetes tipo 2, que puede desarrollarse a edades cada vez más tempranas debido a dietas altas en azúcares y grasas.
- Trastornos cardiovasculares, como hipertensión, derivados del consumo elevado de sodio.
- Problemas de aprendizaje y conducta, relacionados con una dieta pobre en nutrientes esenciales.
- Dependencia alimentaria, ya que muchos de estos productos están diseñados para generar un consumo compulsivo debido a su alto contenido de aditivos y saborizantes artificiales.
La campaña en Aguascalientes busca no solo modificar los hábitos alimenticios en el entorno escolar, sino también fomentar la educación nutricional desde casa, con el acompañamiento de padres y madres como actores clave del cambio.



