Como cada 31 de mayo, se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha destinada a generar conciencia sobre los riesgos del consumo de tabaco y la exposición al humo y a su principal ingrediente: la nicotina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lanza campañas informativas que buscan alertar sobre las consecuencias del tabaquismo, promover estilos de vida libres de tabaco y sensibilizar a la población, especialmente a los fumadores, sobre sus repercusiones en la salud.
Manipulación con sabor: la nueva cara del tabaco
En este 2025, la OMS presenta la campaña: “Desenmascaremos su atractivo: las tácticas de la industria con los productos del tabaco y la nicotina al descubierto”. Con ella, hace un llamado urgente a los gobiernos para prohibir el uso de saborizantes en todos los productos que contienen tabaco y nicotina, con el objetivo de proteger a los jóvenes de futuras adicciones y enfermedades pulmonares.

Esto incluye la prohibición de presentaciones como cigarrillos tradicionales, bolsas de nicotina, pipas de agua (hookahs), cigarrillos electrónicos y vapeadores.
La campaña también busca evidenciar las estrategias de marketing de la industria tabacalera, que emplea sabores y presentaciones coloridas para atraer a nuevas generaciones, especialmente adolescentes.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que “los saborizantes están alimentando una nueva ola de adicción y deben prohibirse. Socavan décadas de avances en el control del tabaco”. Además, enfatizó que sin medidas eficaces, la epidemia mundial del tabaquismo continuará impulsada por una adicción disfrazada, responsable de alrededor de ocho millones de muertes cada año a nivel mundial.

Por su parte, el director de Promoción de la Salud de la OMS, Rüiger Krech, advirtió: “Vemos cómo una generación se engancha a la nicotina a través de bolsitas con sabor y vaporizadores de colores brillantes”.
Preocupante auge del consumo en América
En el continente americano, el consumo de tabaco entre adolescentes de 13 a 15 años alcanza cifras alarmantes: 11.9 % en niños y 10.7 % en niñas, posicionando a la región en segundo lugar a nivel mundial en consumo temprano. La diferencia mínima entre géneros refleja un patrón de consumo generalizado que genera gran preocupación.
En México, la Encuesta Global de Tabaquismo, elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en coordinación con la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, reporta que 14.3 millones de personas en el país son fumadoras, lo que representa el 15.3 % de la población total.
De ese porcentaje, el 71.9 % manifestó intención de dejar el hábito, mientras que el 42.3 % de quienes acudieron a centros de salud en el último año recibieron algún tipo de orientación para lograrlo. Destaca el aumento de hombres que intentaron dejar de fumar, al pasar del 47.2 % al 53.4 %.
¿Qué es la nicotina y cómo afecta al cuerpo?
La nicotina es una sustancia química natural presente en la hoja del tabaco, altamente adictiva y responsable de la dependencia al cigarro. Se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo y afecta el sistema nervioso central, generando una sensación de bienestar temporal.
Entre sus efectos se encuentran el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, así como la disminución del apetito. Sin embargo, su interrupción puede provocar síntomas de abstinencia como irritabilidad, ansiedad y dificultad para concentrarse.
Está demostrado que el consumo de tabaco, ya sea por humo o vapor, implica riesgos significativos para la salud. Se le asocian a numerosas enfermedades, entre ellas padecimientos pulmonares y cardiovasculares.

Modalidades de consumo de tabaco y nicotina
Las principales formas de consumo son:
- Fumar: Incluye cigarrillos, puros, pipas, bidis y cachimbas. Es la forma más común y dañina.
- Vapear: Ha ganado popularidad entre adolescentes y adultos jóvenes. Muchos dispositivos se diseñan para parecerse a marcadores o lápices, lo que los hace pasar desapercibidos. Esta forma de consumo se presenta como una moda sin consecuencias, aunque los riesgos son evidentes.
- Tabaco masticado: Aunque no genera humo, el contacto con la saliva permite la absorción de la nicotina, generando efectos similares a los del cigarro y aumentando el riesgo de enfermedades bucales.
- Inhalado: El rapé es una forma de tabaco en polvo que se introduce por las fosas nasales. Aunque menos común, también implica riesgos considerables.

Sin importar la vía de consumo, el tabaco y su principal componente, la nicotina, generan adicción y pueden derivar en enfermedades potencialmente mortales.
No obstante, existen evidencias de que dejar de fumar reduce significativamente los riesgos para la salud. Quienes abandonan el hábito pueden recuperar, progresivamente, su bienestar físico.



