Cassandra Cháirez y Yulissa Gaytán se convirtieron en las primeras maquinistas del país, desafiando estereotipos y conquistando un espacio que durante décadas estuvo reservado exclusivamente a los hombres.
Este logro se enmarca en una frase que resonó con fuerza entre ambas: “Es tiempo de mujeres”, con la que buscan visibilizar y reconocer el papel del género femenino en todos los ámbitos, especialmente en aquellos oficios donde históricamente ha predominado la presencia masculina. En este caso, hablamos de un ícono del trabajo técnico e industrial: el manejo de locomotoras.
El sueño de convertirse en maquinistas se hizo realidad
Cassandra y Yulissa llevan sangre ferrocarrilera. No solo crecieron entre historias de trenes, sino que pertenecen a familias con un fuerte legado ferroviario. Como homenaje a esa historia familiar decidieron ir más allá de las vías y se prepararon intensamente para convertirse en operadoras profesionales de locomotoras, enfrentando un riguroso proceso de capacitación técnica y física.
Este martes, en el complejo ferrocarrilero Tres Centurias, ambas sostuvieron su primer encuentro con la prensa de su estado natal, donde compartieron la emoción de haber alcanzado un sueño que hasta hace poco parecía inalcanzable para las mujeres.
En esta ocasión estuvieron acompañadas por la directora del Centro SICT de Aguascalientes, Leslie Figueroa; Nancy Escobar, del área de comunicación de SICT a nivel central; y la verificadora ferroviaria Sonia Amézquita Murillo.
Reconocieron que la preparación fue exigente, con largas jornadas de estudio y práctica para dominar los complejos mecanismos de estas máquinas de acero. Sin embargo, su principal motor para alcanzar y abrazar el oficio fue su familia, especialmente sus hijos.
Con esta meta alcanzada, abren brecha para nuevas generaciones de mujeres que verán en las vías del tren no una barrera, sino una oportunidad para demostrar de lo que son capaces. Así, Aguascalientes no solo conserva su tradición ferroviaria, sino que hoy también se posiciona como cuna de igualdad y de nuevas oportunidades.
Maquinistas: Cassandra Cháirez y Yulissa Gaytán
Para ambas, su principal motivación fueron sus hijos. Decidieron asumir este nuevo rol con el propósito de convertirse en un ejemplo de superación. Comenzaron desde cero, escalando dentro del organigrama de la empresa hasta que finalmente se les brindó la oportunidad de ser capacitadas y realizar sus primeros viajes como maquinistas.
La capacitación técnica duró un mes en los simuladores de Guadalajara. No obstante, tienen alrededor de un año preparándose en diversas escuelas, con una duración aproximada de mes y medio cada una. El proceso, explicaron, inicia desde “similar”, continúa como “proveedor”, luego como “maquinista de patio” y finalmente “maquinista de camino”.
“Es tiempo de mujeres”
Con los puños en alto, afirmaron que “es tiempo de mujeres”, expresión que hicieron en voz alta para reafirmar su compromiso de demostrar que tienen la capacidad para realizar este trabajo como cualquier hombre.
Expresaron su orgullo, ya que durante sus prácticas y desempeño no han recibido expresiones de menosprecio por parte de sus compañeros; por el contrario, han sentido mucho apoyo. “Nunca se había visto que una mujer lo lograra, pero estamos en este camino”, señalaron.
La visión a futuro, es convertirse en las mejores y motivar a otras mujeres a dar el paso hacia esta profesión, más aún en un contexto donde México se está abriendo de nueva cuenta a los trenes de carga y pasajeros, que habían quedado en el rezago.
En un momento muy personal, compartieron su alegría de ser quienes abran el camino para otras mujeres con los mismos intereses: “Nuestros compañeros ya tienen una visión más abierta. Hemos convivido con muchos de ellos, y aunque a veces nos veían con duda, la verdad es que sí podemos. Creemos que lo hemos hecho bien, por eso estamos donde estamos: ya en prácticas como maquinistas de camino”.
Cabe señalar que ayer, estuvieron acompañadas por personal de la Secretaría de Infraestructura de Comunicaciones y Transportes (SICT) que viajó desde la Ciudad de México, así como por la directora y funcionarios del Centro SICT Aguascalientes, para dar seguimiento a sus prácticas en dos tramos ferroviarios del estado.
Finalmente, compartieron que estar ya en los rieles es una gran responsabilidad, pero también una fuente de empoderamiento: “Entendemos la enorme responsabilidad de llevar tanto carga como personas a su destino, sanos y salvos”.
“Nada es imposible, todo se puede. Aunque sea una mole de acero lo que estamos conduciendo, ojalá un día nuestros hijos puedan acompañarnos. Esto apenas comienza… estamos haciendo historia”, concluyeron.



