La presidenta Claudia Sheinbaum dio el golpe más duro contra la corrupción dentro de las Fuerzas Armadas. En un megaoperativo encabezado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, fueron detenidos cinco marinos en activo, uno en retiro, tres empresarios y cinco exfuncionarios de aduanas, todos vinculados a una red de tráfico ilegal de hidrocarburos.
El fiscal Alejandro Gertz Manero reveló que el exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, fue quien solicitó abrir la investigación sobre la red corrupta “sin importar rangos ni cargos”. Gertz agregó que la operación permitió los decomisos históricos de huachicol en Baja California y Tamaulipas, asegurando cuentas millonarias, propiedades y vehículos ligados a los responsables.
Uno de los nombres que más escándalo provocó fue el del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, quien llegó a sonar como posible secretario de Marina, pero terminó tras las rejas acusado de traficar huachicol. Su ascenso meteórico coincidió con el cargo de su tío, Ojeda Luján, como titular de la dependencia, aunque la fama de corrupto lo perseguía desde hace años.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que este operativo es apenas el inicio de una limpia mayor en las instituciones: “No habrá intocables”, sentenció.
Con estas acciones, Claudia Sheinbaum busca mandar un mensaje contundente: la corrupción no tendrá cabida en su gobierno, ni siquiera en las Fuerzas Armadas.



