La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, está en el centro de la polémica nacional. A una gestión ineficiente de la administración pública en su primer año de gobierno, es objeto de cuestionamientos y críticas por minimizar y ausentar al gobierno ante las devastadoras lluvias que azotaron el estado en los últimos 9 días, dejando decenas de muertos, un indeterminado número de desaparecidos y unas históricas afectaciones por las inundaciones que, hasta el momento, no ven un punto final, no ven la luz al final del túnel.



La falta de empatía y acción de la gobernadora
La indiferencia de la mandataria se hizo evidente desde el inicio, cuando apenas empezaban las afectaciones por las lluvias y la población comenzaba a percatarse de la magnitud del desastre. En ese momento, cuando aún no se imaginaba la magnitud total de la tragedia que se avecinaba, Rocío Nahle, al ser cuestionada sobre el impacto de la baja presión que desbordó el Río Cazones, se burló de la magnitud del evento. Con total indiferencia, aseguró que “no era cuestión de dinero”, restando importancia a la emergencia que ya estaba dejando a miles de damnificados en su paso.
Pero, entonces, si no es por dinero, ¿por qué no brinda ayuda a los miles de veracruzanos que hoy se enfrentan a la pérdida de sus hogares? ¿Por qué no se moviliza para ofrecerles el apoyo que tanto necesitan? La falta de empatía y acción de la gobernadora ante una crisis que está afectando profundamente a su estado pone en evidencia su desconexión con la realidad y con la urgencia de la situación. En lugar de liderar una respuesta efectiva, la mandataria optó por minimizar la magnitud del desastre, dejando a miles de familias a merced de la tragedia.
Desbordamiento del Río Cazones
El desbordamiento del Río Cazones ha dejado a miles de damnificados en su paso, muchos de los cuales siguen sin un techo donde resguardarse. Nahle calificó la emergencia con un “desbordó ligeramente”, minimizando la magnitud y actuando así en consecuencia ante la tragedia y actuando en consecuencia con una respuesta insuficiente ante la crisis. La falta de apoyo del gobierno estatal ha dejado a la ciudadanía a su suerte y, de no ser por el gobierno federal y que la presidenta Claudia Sheinbaum le ha puesto cara a la contingencia, los municipios del norte de Veracruz estarían en un total desamparo.
El CJNG llena el vacío dejado por el gobierno
En un giro inesperado, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos más violentos del país, ha llenado el vacío dejado por el gobierno en Veracruz y otras entidades afectadas por las recientes lluvias. Aprovechando la inacción de las autoridades, el CJNG tomó la iniciativa de distribuir despensas entre los damnificados.
Imágenes y videos difundidos en redes sociales muestran a miembros del cártel, vestidos con uniformes tácticos, pasamontañas y armados, descargando camionetas repletas de víveres. En las grabaciones se puede escuchar a los sicarios instruir a los afectados a formar filas para recibir la ayuda. Dentro de la despensa se encuentran artículos básicos como papel higiénico, azúcar, y productos enlatados.
Este acto de “solidaridad” llega en un contexto donde las autoridades han confirmado al menos 64 muertes y decenas de personas desaparecidas en Veracruz, Puebla, Hidalgo y Querétaro, mientras que miles de familias enfrentan la escasez de suministros y reportan la lentitud en la llegada de la ayuda oficial. Ante esta situación, grupos criminales como el CJNG han aprovechado el vacío de poder para presentarse como la única opción de apoyo a la población.
Además de las inundaciones, los veracruzanos han sufrido la negligencia de las autoridades, quienes no han podido brindar la respuesta adecuada. Mientras tanto, el CJNG, que mantiene una feroz batalla con el Cártel del Golfo por el control de las redes de extorsión, se ha convertido en un “salvavidas” para aquellos que han perdido todo, no solo por el desastre natural, sino también por la falta de un gobierno eficiente.
Pero este “apoyo” viene acompañado ser responsable de la violencia que azota Veracruz, un estado que, en lo que va del año, ha registrado más de 6,000 personas desaparecidas, según Red Lupa.
Nahle García ha restado importancia a la tragedia, e incluso tapa la realidad con eufemismos.
La segunda polémica de los últimos días la encabezó ella con su gabinete, al querer, ante la prensa, alegar que las personas, cuyo paradero no ha sido identificado tras las inundaciones, no están “desaparecidas”, sino “no localizadas”, tratando de minimizar la crisis que azota a Veracruz.
Desde la economía hasta la seguridad
Repetimos: Eso solo pasa cuando el vacío de poder, cuando la ausencia de legitimidad se hace evidente en todas las áreas, desde la economía hasta la seguridad, pasando por la falta de ingresos y recursos.
¿Qué tan mal sola está la población para que un grupo criminal, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), ofrezca más apoyo a la ciudadanía que el propio gobierno?



