Hallan a Stephany dentro de un cuartel en Acapulco
Stephany Carmona Rojas, una joven de 20 años originaria de San José Buena Vista, Ajalpan, Puebla, fue asesinada dentro de las instalaciones del 51 Batallón de la Guardia Nacional en Acapulco, Guerrero.
De acuerdo con los primeros reportes, el presunto responsable es Yair Manuel Ramírez de la Cruz, sargento segundo de la misma corporación, quien le habría disparado en la cabeza en dos ocasiones para después huir del lugar sin que nadie impidiera su salida.
Stephany, conocida entre sus compañeros como Fan, ingresó al Hospital Naval Militar con heridas graves, pero al llegar su madre fue notificada de su muerte. “Nada de lo que me dijeron tiene sentido. Mi hija no estaba en una práctica, fue asesinada”, declaró María Fernanda Carmona, madre de la víctima, quien exige justicia y denuncia encubrimiento por parte de la institución militar.

“Quiero proteger a México”
María Fernanda relató que desde la secundaria su hija soñaba con servir al país como parte de la Guardia Nacional
“Ella siempre decía: ‘Quiero proteger a México’. Hoy le pido al Estado que la proteja a ella, aunque sea con justicia”, expresó con indignación.
Las autoridades informaron inicialmente que el hecho ocurrió durante una supuesta “práctica de tiro”, versión que la familia rechazó. Hasta el momento, la Guardia Nacional no ha emitido un pronunciamiento oficial ni confirmado si existe una orden de aprehensión contra el agresor.

Denuncias por acoso dentro del cuartel
Tras el crimen, compañeras de Stephany denunciaron públicamente que dentro del cuartel existen antecedentes de acoso laboral y sexual contra mujeres de la Guardia Nacional. Aseguran que muchas víctimas han sido intimidadas o amenazadas con arresto si intentan presentar una queja.
De acuerdo con capturas de conversaciones vía Messenger, Stephany le confió a una amiga que había sido advertida con un posible juicio si continuaba con su denuncia por acoso. “
Así son de perros. Yo hice un parte y ni así”,
escribió con frustración, dejando constancia del hostigamiento que vivía. Días después fue asesinada.

Colectivos feministas acusan negligencia institucional y encubrimiento, y exigen que el caso sea investigado con perspectiva de género y sin privilegios militares. También responsabilizan al gobierno federal y a la Secretaría de la Defensa Nacional por no garantizar la seguridad ni la integridad de las mujeres dentro de los cuerpos armados del Estado.
Exigen justicia desde Puebla
En Ajalpan, familiares, amigos y vecinos realizaron una vigilia en memoria de Stephany para exigir justicia y que su muerte no quede impune.
Su cuerpo permaneció varias horas en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Acapulco y esta madrugada fue trasladado a su tierra natal, donde es velada entre muestras de dolor y exigencias de justicia.
Entre velas, flores y fotografías, su comunidad le rindió homenaje recordándola como una joven alegre y comprometida con servir a su país.

El gobierno municipal de Ajalpan manifestó su solidaridad con la familia y pidió una investigación transparente, exhaustiva y con apego a la ley, señalando que “ningún elemento armado debe quedar por encima de la justicia”.

Guerrero, entre los estados más peligrosos para las mujeres
Guerrero se mantiene entre las entidades con mayor incidencia de feminicidios en México, ocupando el lugar número 12 a nivel nacional, según datos del propio gobierno estatal.
México no solo enfrenta una crisis de inseguridad, sino también una crisis de legitimidad institucional en la Guardia Nacional. La institución creada por López Obrador con el objetivo de “eliminar la corrupción” en la extinta Policía Federal y para proteger a los ciudadanos, hoy está bajo la lupa por hechos que exhiben negligencia, impunidad y desconfianza interna.
Casos como el de Stephany Carmona exponen la violencia que viven las mujeres dentro de las fuerzas de seguridad, pero también dan a conocer el desgaste de la credibilidad. Si la justicia en este caso no llega, la crisis no hará más que debilitar la confianza ciudadana en quienes deberían garantizar la paz.
Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y por ende, responsable de las conducciones de la Guardia Nacional, es la pieza clave del Gobierno de México para construir una estrategia firme, transparente y con resultados reales, respaldada por la coordinación de todas las instituciones del Estado para evitar los feminicidios y asesinatos que se viven día con día.
Atender este caso deberá marcar un precedente en la forma en que las autoridades abordan la violencia de género dentro de sus propias filas, sin encubrimiento y con acciones concretas que devuelvan la fe en un sistema que hoy se percibe roto.
Solo así podrá comenzar a reconstruirse la confianza en un país que dejó de creer en quienes juraron protegerlo.




