“También somos humanos”: víctimas varadas en las carreteras por el paro de agricultores

“También somos humanos”, dice Nathalie García, una pasajera atrapada desde hace más de 20 horas en la carretera León–Aguascalientes. Salió de la Ciudad de México rumbo a Aguascalientes a las 14:00 horas del lunes, pero su viaje de seis horas se convirtió en una larga espera sin agua, sin comida y sin certeza de cuándo podrá continuar.

Como ella, centenas de personas permanecen varadas desde la tarde del lunes a causa del paro nacional de agricultores y productores, que buscan visibilizar la grave crisis que atraviesa el campo mexicano. La falta de precios justos y el abandono de las autoridades han provocado que algunos cultivos, como el maíz, se abandonen por no cubrir los costos de producción.

Como le informábamos, desde temprano ayer, esa misma carretera estuvo bloqueada con tractores y maquinaria para impedir el paso. La tensión aumentó cuando los agricultores comenzaron a lanzar cebollas directamente sobre la vía, en protesta por el rechazo a los bajos precios que reciben por este producto.

En entrevista con JLMNoticias Nathalie García informó que las víctimas, atrapadas en un autobús ETN, casi no han comido ni tomado agua para evitar ir al baño. La desesperación aumenta ante la incertidumbre sobre cuándo se retirarán los bloqueos.

“Por seguridad, no nos permiten salir del autobús. Hay una pasajera embarazada que está muy nerviosa”, señaló, además de carecer de agua y batería en el celular, sin recibir respuesta alguna del gobierno.

Prácticamente 18 horas en la carretera y va para largo!

Una hidrocálida me compartió su testimonio. Viene de Ciudad de México y quedó atorada en la León-Aguascalientes, por el paro de agricultores y productores. Lo que me dijo es preocupante!!

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— José Luis Morales (@JLMNoticias) October 28, 2025

Como ellos, en todo el Bajío

Pero no solo es allí; hay reportes de bloqueos en la carretera Sila-Irapuato a la altura de la comunidad de Juárez, Irapuato, y en Aldama, Guanajuato, donde personas quedaron varadas desde las 5:00 de la tarde, algunos provenientes de Aguascalientes con destino a Ciudad de México, enfrentando dificultades para conseguir comida y agua. Incluso hubo denuncias de ladrones en el lugar, lo que aumenta la preocupación. En la carretera Morelia-Zinapécuaro, pasajeros llevan más de 24 horas varados, en un estado de desesperación.

Disculpas por bloqueos

Y como saben, hay que tener todas las voces para poder contar bien la historia.

El líder agrícola Fernando Sánchez me contactó y, en nombre de los manifestantes, ofreció disculpas por los bloqueos, asegurando que es la última medida.

Los productores denuncian que el problema radica en los subsidios para el campo, la baja rentabilidad y la competencia con Estados Unidos, donde producir granos cuesta un 30% menos gracias al uso de maíz transgénico, el cual está prohibido en México.

Producir una hectárea de maíz en México les cuesta aproximadamente 55 mil pesos, mientras que el precio industrial por kilo es de solo 5.20 pesos, generando pérdidas mayores a 20 mil pesos.

Es decir, se les quiere pagar por kilo de maíz a un precio insuficiente que no cubre los costos, y cuando ese maíz se convierte en tortilla, el margen se reduce aún más. Ellos piden 7,200 pesos por tonelada.

Denuncian además la influencia de Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial y de Desarrollo Económico Regional y presidenta del consejo de administración de Grupo Minsa, una de las principales productoras de harina de maíz en México. La vinculan de estar ligada con la empresa GRUMA que se dedica a la producción de harina de maíz y tortillas, al ser aparentemente hija de uno de los que conforman la empresa lo cual genera sospechas sobre la protección de intereses industriales por sobre los de los agricultores.

Fernando Sánchez aclaró que quienes están varados no pertenecen a los manifestantes y que no querían llegar a este punto triste y desalentador. Señaló que durante 45 a 75 días estuvieron en mesas de diálogo con el gobierno, pero sin avances, y llevan meses preparando esta protesta para evitar una crisis alimentarias mayor.

“Señores, disculpen. No es nuestra intención afectar a nadie, pero, si no tomábamos este camino, la canasta básica de todos los mexicanos se encarecería, y nos culparían a nosotros, cuando el problema es la importación y deterioro de recursos en el país”.

La historia no termina aquí.

Hasta ahora, solo hemos mostrado una parte de un panorama mucho más complejo y urgente donde las víctimas y afectados enfrentan emergencias reales. Desde personas varadas en las carreteras, como el caso de León a Guadalajara, donde alguien quedó atrapado en ruta hacia una atención médica y hasta el momento no ha podido llegar, hasta quienes han perdido vuelos importantes.

La realidad es que no solo quienes están en situaciones críticas o de viaje enfrentan estos riesgos, sino también quienes transitan diariamente por necesidad o rutina, como los transportistas que viven de su trabajo y tienen familias esperando su regreso seguro.

No se trata de invalidar la protesta, sino de reconocer que, más allá de un paro nacional, se están afectando la seguridad, la salud y la vida cotidiana de personas ajenas al conflicto. El paro persistirá hasta que alguna autoridad ofrezca una respuesta real y efectiva a las demandas de los productores del campo, manteniéndose activo hasta lograr una solución concreta que garantice un cambio y no quede solo en promesas.