Los detenidos eran parte del equipo de seguridad del exalcalde de Uruapan; su actuación la noche del crimen está llena de inconsistencias y presuntos encubrimientos
La Fiscalía General del Estado confirmó que los siete escoltas fueron detenidos por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado, bajo la modalidad de comisión por omisión, es decir, por no actuar cuando tenían el deber y la capacidad de proteger al exalcalde Carlos Manzo.
Las autoridades informaron que los detenidos serán trasladados al penal estatal y puestos a disposición de un Juez de Control, quien determinará su situación jurídica en las próximas horas.
Operativo federal para detenerlos
Antes del mediodía, un fuerte despliegue de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano irrumpió en las inmediaciones de la Casa de la Cultura de Uruapan. Fueron detenidos siete escoltas asignados a la seguridad del exalcalde Carlos Manzo, asesinado el pasado 1 de noviembre.
Los agentes federales los aseguraron, los subieron a una camioneta oficial y los trasladaron a la Fiscalía General del Estado, donde permanecen bajo investigación. Hasta el momento, sus identidades no han sido reveladas, pero autoridades confirmaron que todos formaban parte del equipo de seguridad del exedil.
La detención se da justo horas antes de la audiencia programada para hoy a las 4 de la tarde contra Jorge Armando “N”, señalado como uno de los autores intelectuales del crimen.
Escoltas “fantasmas”
Una de las líneas más fuertes dentro de la investigación apunta a la procedencia de estos escoltas. Fuentes cercanas al caso aseguran que Carlos Manzo ni siquiera los eligió; estos fueron recomendados por el coronel José Manuel Jiménez Aranda, personaje que ya ha generado polémica en el municipio.
Jiménez Aranda fue primer director de Seguridad Pública de Uruapan, pero fue retirado del cargo tras ser denunciado por presunta agresión a su pareja. Pese a su salida, más tarde fue colocado como jefe de escoltas del exalcalde.
Las dudas crecen porque ninguno de los siete escoltas detenidos había sido visto antes dentro de la corporación municipal. No aparecen en listas internas, no tienen historial operativo y tampoco existe registro de capacitaciones o cursos de protocolo.
Fallas en la seguridad
Todo apunta a que ni el coronel ni su equipo contaban con la formación mínima necesaria. De acuerdo con especialistas, un escolta debe conocer protocolos elementales para evitar acercamientos, anticipar riesgos, coordinar rutas y ejecutar acciones evasivas.
En el caso de la noche del asesinato de Carlos Manzo, las inconsistencias son demasiadas:
- No se registraron alertas previas.
- La distancia entre los agresores y el exalcalde Carlos Manzo fue mínima.
- No se aplicaron protocolos de emergencia.
- Los escoltas no reaccionaron conforme a capacitación estándar.
Hasta ahora, se desconoce si el coronel José Manuel Jiménez Aranda está entre los detenidos. Las autoridades no lo han confirmado, pero tampoco lo han descartado.



