Tras sostener que está prohibida la venta de golosinas, refrescos, jugos y otros productos chatarra que ningún bien le hacen a la nutrición de los escolares, el director de Regulación Sanitaria, Faustino Piñón Ramos, dijo que no se retirarán esos artículos de las cooperativas escolares, pero sí se hará fomento entre los concesionarios de los establecimientos para que se suspenda por la buena la oferta de esos productos a los escolares.
“Más que asegurar o retirar de las cooperativas escolares las frituras, refrescos, dulces, jugos y otros artículos que no aportan nada a la nutrición de los estudiantes de todos los niveles, se les capacitará sobre los aspectos regulatorios que deben atenderse en su actividad comercial”, mencionó.
En ese sentido, aseveró que los responsables y encargados de las cooperativas escolares deben tener mucho cuidado para que no se ofrezcan productos que no le aportan nada a la nutrición de los niños, adolescentes y jóvenes, en tanto que en lo que corresponden al aspecto de la nutrición es el área médica la que debe intervenir.
FOMENTO EN LUGAR DE ASEGURAMIENTO
Se retomará desde el inicio del nuevo ciclo escolar lo que es el fomento sanitario en el funciona miento de las tiendas escolares, a fin de que los concesionarios se abstengan de ofertar productos chatarra a los menores, pues “entre todos debemos proteger la salud y la nutrición de los estudiantes”, subrayó el doctor Piñón Ramos.
Mencionó que después de que años atrás no se le dio seguimiento a la disposición para cuidar el funcionamiento de las cooperativas escolares, ahora se retomará esta actividad, pero no con el propósito de recurrir a rajatabla a los aseguramientos de los productos que no se deben vender por no estar dentro de lo que es el marco regulatorio, sino para capacitar a los concesionarios para que se cumpla con la disposición enfocada a cuidar la salud de los estudiantes.
SENSIBILIZACIÓN EN LUGAR DE DECOMISOS
En ese sentido, el funcionario del ISSEA indicó que se retomarán las acciones de fomento sanitario enfocadas a las cooperativas escolares, a fin de capacitar y sensibilizar a los concesionarios de esos negocios escolares para que se coadyuve en el cuidado de la nutrición y de la salud de los niños y adolescentes mientras permanecen en los planteles educativos.
En el exterior de las escuelas, corresponde a otras autoridades cuidar lo que se comercializa en los puestos de golosinas, concluyó.