La marcha del 8M 2025 se llevó a cabo de manera pacífica y sin contratiempos, que logró reunir en la plaza principal de Aguascalientes a un contingente de más de tres mil personas, entre ellas un número importante de menores de edad.
Desde antes de las cuatro de la tarde, las manifestantes comenzaron a hacer su arribo, en los alrededores de la glorieta del Quijote, preparando carteles, consignas escritas, banderas y pancartas, todas con leyendas que representaban sus exigencias.
A las afueras de la Fiscalía General del Estado, se dio el primer grito de justicia y la exigencia para esclarecer los casos de feminicidios, desapariciones y de las víctimas de violencia, misiva que ondearon las mujeres de pañuelo verde.
Bajo las consignas “señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, “vivas se las llevaron, vivas las queremos”, cientos de familiares de víctimas de feminicidio que encabezaron el contingente avanzaron por las principales avenidas de Aguascalientes acompañadas por el resto del contingente, quienes externaron sus inconformidades frente a un sistema, que a decir de ellas, se ha mostrado indiferente.
Los menores de edad que formaron parte de la manifestación, portaron carteles con leyendas como “no soy una princesa, soy una guerrera”, “no voy a crecer con miedo” y “nos quiero libres, felices, seguras y vivas”, en apoyo a sus madres.
A lo largo de la marcha, desde la avenida Adolfo López Mateos hasta la avenida Madero, cientos de personas fungieron solo como espectadores, mientras que muchos otros se unieron como participantes de la misma, ya en este punto, el contingente había aumentado en número de integrantes.
Muchas de las consignas y por supuesto exigencias al estado son el “derecho” al aborto “libre, seguro y gratuito”, bajo leyendas como “aborto sí, aborto no, eso lo decido yo” y todavía más, se fueron nuevamente contra la iglesia, al resonar “saquen sus doctrinas de nuestras vaginas” y, el ya muy escuchado “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, que fueron repetida mayormente por pañoletas verdes.
Muchos de esos espectadores mostraron su desacuerdo con las manifestantes, a raíz de los antecedentes de actos violentos con que salen a las calles, muchas de las mujeres incluso, vestidas totalmente de negro y además, cubriendo su rostro con pasa montañas.
A propósito de quienes vistieron de negro, ellas hicieron alusión a la represión que sufren las mujeres en Palestina, de hecho, uno de los carteles que portaron fue justamente el de “Palestina libre”.
Es de señalar que varias de estas jovencitas, son quienes tuvieron la encomienda de realizar las pintas mientras la marcha se llevaba a cabo, sin embargo al querer tomar evidencia de toda la marcha, se nos trató de impedir la vista del momento justo cuando realizaban dicha acción.
Los actos vandálicos que las anteceden, ha dejado una huella y una impresión negativa ante la sociedad, que dice, no es que se opongan a su manifestación, pero sí en la manera en que exigen justicia, en contraparte varios negocios y sus empleados externaron su apoyo al movimiento, portando pañuelos de color morado.
En la plancha de la plaza principal, el contingente se apostó alrededor de las seis de la tarde, sin contratiempos mayores, más que el caso de dos chicas que al parecer se encontraban “extraviadas”, lo que generó incertidumbre entre las presentes.
La primera fue Miriam Zamora, que fue reportada por sus amigas ante una de las organizadoras que de inmediato la comenzó a vocear sin respuesta, fue hasta minutos más tarde que todas al unísono comenzaron a gritar su nombre, pero sin que diera señales, fue tiempo después que la organizadora en uno de esos llamados sin reciprocidad, cayó en desesperación y en llanto que no pudo contener.
Varias personas que conocen a la chica de 17 años, comentaron entre sí que al parecer la chica había decidido retirarse por voluntad propia durante el desarrollo de la marcha, fue luego de gritar varia veces su nombre, que cesaron en su intento, presumiblemente al corroborar que la chica se encontraba con bien.
Otra más fue reportada como “desaparecida”, Fernanda Dovalina, quien al igual que Miriam, guardaron silencio para en conjunto gritar su nombre en busca de respuesta, la cual en esta ocasión sí hubo, ya que llegó minutos más tarde, de uno de los costados de la exedra.
Las organizadoras se dirigieron a los presentes, externando un discurso sobre sus principales exigencias, el derecho a una vida libre de violencia, un estado que atienda sus demandas y justicia para quienes ya no están entre ellas.
El despliegue de mujeres policías, estuvo alerta durante todo el evento, además de las mujeres paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, que también se hicieron presentes, para salvaguardar la integridad de las manifestantes.
Otro organismo que también figuró en la marcha, fue la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes (CHEA) en calidad de observadores, quienes a raíz de los hechos violentos que se vivieron en el 2021, que derivó en más de 20 mujeres detenidas, decidió tener presencia y resguardar el contingente durante todo el camino.
Una de sus finalidades además de vigilar que su derecho a la manifestación no se viera vulnerado, fue estar presente en caso de que alguien quisiera hacer una denuncia de esa índole.
Otro aspecto a destacar es que además de las consignas contra agresores, la palabra Aguascalientes que se encuentra en un punto entre el asta de la bandera y la catedral, se vio tapizada de fotografías y nombres de violadores, violentadores, acosadores, golpeadores, pedófilos y deudores alimentarios.
Varios murales más, fueron colocados alrededor de la plaza, con más agresores en ellas, pero también fueron colocados los rostros de quienes han sido muertos por el fentanilo.
Sin mayores contratiempos, la manifestación transcurrió pacíficamente, concluyendo pasadas las siete de la noche, cuando cerraron con la quema de las pancartas y las últimas consignas.
Fue solo un puñado de mujeres, la que permaneció a los pies del monumento a la exedra, externando sus inconformidades.



