A pesar de la amenaza de lluvia, la comunidad LGBTTTIQ+ salió nuevamente a las calles de Aguascalientes para participar en la Marcha del Orgullo 2025, haciendo de su presencia un acto de manifestación y protesta en defensa de su derecho más básico: el derecho humano.

Con múltiples consignas, un contingente de aproximadamente cinco mil personas recorrió la avenida Francisco I. Madero, ejerciendo su libertad de expresión y visibilizando, como cada año, su existencia y sus luchas dentro de la sociedad.
La marcha, de carácter pacífico, tuvo como objetivo principal exigir al gobierno el respeto a sus derechos humanos y la garantía de una vida libre de discriminación, estigmas y violencia.
En esta edición 2025 participaron numerosos colectivos, asociaciones civiles e incluso centros religiosos, los cuales brindan acompañamiento y soporte a cada integrante del gremio en el estado.
Paul Ortiz, líder de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM), destacó que aunque se trata de una manifestación pacífica, también es un acto de protesta. Subrayó que el respeto a los derechos humanos es el eje central del movimiento.
Enfatizó que en Aguascalientes aún hay mucho trabajo legislativo pendiente, como la aprobación plena del matrimonio igualitario. “Es una cuestión de reconocimiento, de otorgar a las parejas diversas los mismos derechos que se brindan a las heteronormadas, incluyendo la protección legal y servicios básicos”, expresó.
La calle 28 de Agosto, en su cruce con Madero, fue el punto de partida de la marcha y el escenario donde integrantes del colectivo realizaron una breve muestra artística, marcando así el inicio de la conmemoración.
Claman por justicia
Durante la caminata, se desplegó una bandera conmemorativa de la diversidad sexual de 100 metros de longitud, acompañada de carteles con mensajes de respeto y justicia. Uno de los letreros más destacados exigía justicia por la muerte del magistrade del Tribunal Electoral de Aguascalientes, Jesús Ociel Baena Saucedo, activista y primer funcionario abiertamente no binario del estado, cuya muerte en noviembre de 2023 conmocionó a la comunidad.

Como es costumbre, trajes llamativos y una expresión libre fueron elementos clave de la marcha, que no se detuvo ante una breve llovizna.
Mientras algunas consignas fueron enérgicas y virales, otras apelaron a la conciencia social y gubernamental para garantizar el derecho a vivir sin discriminación por orientación sexual o identidad de género.
En una Plaza de la Patria engalanada con banderas arcoíris, se instaló un templete donde se dio la bienvenida a los asistentes y se presentaron diversos espectáculos musicales protagonizados por artistas de la comunidad con reconocida trayectoria en la imitación de celebridades nacionales e internacionales.
Un momento emotivo fue la participación de madres que acompañan y apoyan a sus hijos en la decisión de vivir con autenticidad. Reconocieron su valentía y reforzaron su amor incondicional, gesto que fue celebrado por todos los asistentes.

Sin embargo, el espectáculo tuvo que concluir antes de lo previsto, ya que una intensa lluvia obligó a dispersar a la mayoría de los asistentes, quedando solo algunos congregados al pie del escenario.
Detrás de la marcha del orgullo, hay historias de vida
Más allá del colorido, la música y la protesta, la Marcha del Orgullo es un escaparate de historias humanas dignas de contarse.
Tal es el caso de Dani Guerrero, un joven cuyo proceso de aceptación fue difícil, pues creció en un entorno conservador sin el apoyo de su familia cercana. No obstante, eligió ser auténtico, lo que le abrió puertas y lo llevó a encontrar respaldo en la comunidad. Para su décima marcha, se representó a sí mismo como un ángel, símbolo de su historia de vida y del amor que lleva dentro. Dani asegura que el respeto es el derecho fundamental del que emanan todos los demás, y debe ser mutuo.

A los padres que tienen hijos fuera de los estereotipos heteronormativos, Dani les aconseja brindar respaldo total para fortalecer su autoestima y seguridad. Y a quienes sienten la inquietud de expresarse libremente, les anima a no callarlo y dejar que su personalidad florezca.
Para “Geray Queen”, nombre artístico de Gerardo Macías, originario de Lagos de Moreno, Jalisco, pero hidrocálido de corazón, participar en la marcha es una forma de expresión en su máxima potencia. Este año eligió un atuendo de sirena, diseñado en colaboración con una amiga. “Pude ser una villana o cualquier personaje, pero simplemente nació ser sirena”, comentó.

Aunque ha sido víctima de acoso y violencia en dos ocasiones durante sus cinco años como Drag Queen, Gerardo ha aprendido a lidiar con la falta de empatía sin perder su esencia ni su felicidad. Agradece profundamente el respaldo familiar que siempre ha tenido, en especial de su madre, quien fue la primera en impulsarlo a “salir del clóset”.
“Ese apoyo me hizo sentir en un entorno seguro”, afirmó. Su consejo a las familias: aceptar a sus seres queridos tal y como son, ya que sin ese apoyo, el proceso de autoaceptación se vuelve mucho más difícil.
El apoyo de una madre
Mariana González, madre de “Geray Queen”, también compartió su experiencia. Aunque en un inicio sintió confusión y culpa, pronto comprendió que no había fallado como madre. Aprendió a aceptar y amar la realidad de su hijo, reconociendo que el amor incondicional es clave para un hogar que debe ser refugio, no un sitio de rechazo.
“Él siempre será mi hijo y sabe que cuenta conmigo para todo”, expresó con orgullo una mujer que como muchas en la marcha, externaron su total apoyo a todo el contingente, pero en especial a sus hijos.
Su consejo a otros padres es simple pero poderoso: aceptar, sin condiciones.



