Por Guillermo Leal
Ayer en la plaza de Abenoja, Ciudad Real, el joven Javier Spínola, nieto del recordado Curro Rivera, hizo su debut vistiendo de luces y cortó las dos orejas y el rabo de un buen novillo de la ganadería de Hermanos Collado al que le dieron vuelta al ruedo.
“Estoy feliz, emocionado, fue un día muy bonito, mi primera vez vestido de luces y lograr cortar mi primer rabo, es un sueño, la recompensa a lo que hemos trabajado, sobre todo con mi padre, el que estuvo acompañándome y me dio la enhorabuena.
“Traté de que la faena fuera variada, poder disfrutar y aproveché la nobleza y calidad del novillo, así que imagínate lo que siento”, afirmó, desde España, vía telefónica el hijo del matador de toros Fermín Spínola y Carolina Rivera, hija del recordado Francisco Martín Rivera Agüero “Curro”.
Este jovencito de 17 años no daba crédito a las sensaciones de lo sucedido ayer en España.
“Vestir de luces es otro nervio, otra emoción y es algo mágico. Hoy estoy más envenenado y con más convicción de ser torero, y sobre todo de ser una figura como mi abuelo a quien recordé mucho hoy. Con mi padre lo compartí. Él y yo sabemos todo lo que hemos luchado para que llegara el día de hoy. Desde mi debut en público el 31 de diciembre de 2023 no hemos dejado de soñar con una actuación así”, apuntó Javier.
Curiosamente, el nieto de Curro cortó un rabo en su debut, mientras que su abuelo será recordado siempre por haber provocado que, en Las Ventas de Madrid, se concediera un rabo que él merecía tras una tarde rotunda de cuatro orejas, al diestro español Palomo Linares, trofeo que no gustó al público y le costó el puesto al presidente como le llaman al juez de plaza, que no quiso conceder los máximos trofeos al potosino.



