Histórica tarde en la que también Tomas Rufo corta dos orejas, con los buenos y debutantes toros de Álvaro Núñez
Por Guillermo Leal
Con 28 años de alternativa y muchas tardes en Pamplona, la figura andaluza “Morante de la Puebla” abrió hoy su primera Puerta Grande en San Fermín.
Con un par de faenas muy a su estilo, de muletazos artísticos, pasándose cerca a los toros, de una alta estética y sobre todo emoción, ante un tendido que, con ese tipo de toreo, es difícil acaparar su atención, pero sobre todo convicción.

José Antonio Camacho lo hizo, y tras cortarle la oreja a cada uno de sus dos astados, logró que el público, de manera tumultuosa y entregada, lo sacara en hombros de la plaza La Misericordia en una tarde histórica, sin duda.

Todo ello se pudo redondear ante el buen debut de la ganadería de Álvaro Núñez que esta tarde lidió su primer encierro en los sanfermines; cuatro de sus toros permitieron el triunfo que también obtuvo, numéricamente, Tomas Rufo quien acompañó a “Morante” en la salida en hombros, aunque los reflectores, obviamente se centraron en el de La Puebla del Río, Sevilla.

“Desde el inicio mostró que no venía por poco. Toreó por chicuelinas, y después aprovechó que el toro se movió, y él, con la muleta, le atemperó algunas embestidas logrando muletazos muy de ‘Morante’.
“Luego en su segundo, fíjate que toreó muy cerca del animal y fue construyendo la mundial, porque le dio al toro el trato adecuado y se lo agradeció el animal. ¡Nos volvió locos por su manera de torear, siempre con mucha verdad y arte! A los dos les cortó la oreja, total fueron dos, y lo que anhelábamos desde hace muchos años, se logró, que saliera en hombros de esta plaza”, contó, vía telefónica, José María Martín, un pamplonica que es aficionado a los toros desde hace casi cincuenta años y que, como miles, realmente estaba emocionado por lo vivido hoy.

Para la figura Andrés Roca Rey fueron los dos toros de menos posibilidades y aunque el peruano echó mano de su repertorio de variedad, entrega y aisladamente toreo reposado, sus faenas no tomaron altura.
El más joven del cartel Tomás Rufo aprovechó la oportunidad de estar acartelado en esta terna y tras torear bien al mejor de los astados de Álvaro Núñez que tuvo clase y emoción, como fue el tercero; y hacer lo propio con el sexto que fue noble, logró la oreja de cada uno y, a sus recursos y estatura, triunfar también.
Esta media noche se correrá el encierro de Victoriano del Río, que, en otro cartel de figuras, lidiarán el francés Sebastián Castella, con los hispanos Emilio de Justo y Borja Jiménez, que también ha despertado interés.



