Guillermo Leal
En la industria taurina, llena de pasiones, emociones y apreciaciones, que suelen ser subjetivas, hay injusticias muy claras que, a veces de tanto, parecen ridículas y personales.
Esta tarde en Huesca, la feria de más importancia que se celebra en estos días, quien sustituyó a “Morante” hoy, el diestro sevillano español Manuel Escribano, y su entrega y verdad en el ruedo, fueron objeto de un robo al despoblado de parte del “presidente” que solo le concedió una oreja, cuando el público de manera unánime solicitaba dos, lo que terminó “cabreando” como le dicen allá al enojo, a los propios aficionados y al torero de Gerena quien se ha cansado ya de lo que muchas veces le ha pasado.

Lo que a veces se puede sospechar como una persecución a un hombre que es toda entrega, variedad y emoción en el ruedo.
“Una pena que los presidentes sean los primeros enemigos de la fiesta. Yo estoy de acuerdo que, cuando fallo al matar, pierdo trofeos como sucedió ayer y hoy, pero cuando las gano, nadie tiene por qué negármelas, menos cuando es el público el que las exige como hoy. No se nos olvide que sin público no habría fiesta, ni presidentes, ni nada. Ellos, los aficionados, tienen la vara de mando”, dijo, en un tono muy molesto, Escribano, vía telefónica desde Huesca, donde el domingo cortó una oreja con petición de la segunda, que no le concedieron, y hoy volvió a repetirse la historia de un triunfo y una salida en hombros, visiblemente escamoteada.
El otro lado de la moneda se lo llevó Clemente, el torero francés nacido en Burdeos, y que ha conseguido este 2025 la mejor temporada de su carrera como matador de toros que inició en 2016.

Tras una serie de triunfos en su tierra, en las plazas de Arles, Nimes, donde tuvo dos actuaciones, una por la mañana y otra por la tarde; Istres, y el grato sabor de boca que dejó en su confirmación de alternativa en Madrid, ayer abrió la Puerta Grande de Huesca al cortar dos orejas de un toro de muchas cualidades de Román Sorando, pero sobre todo al que entendió a la perfección.
“Pienso que el triunfo de hoy en Huesca es la recompensa a todo lo bueno que hemos acumulado este año en que cada paso que hemos dado ha sido con firmeza.
“Me topé con un toro esta tarde que tuvo mucha transmisión, alegre que yo le di tiempo y espacio y ha permitido expresarme, entregarme en una faena corta, pero muy intensa en la que el público se metió a ella y lo agradecieron pidiendo las orejas que me concedieron y pude salir en hombros”, contó Clemente, vía telefónica desde España.
El otro alternante del festejo fue Juan Ortega, quien por fallar en la suerte suprema no pudo concretar un triunfo.
Clemente tiene otro aliciente, pues además de hoy en Huesca, tiene jueves y viernes dos compromisos de mucha trascendencia.
“Está siendo una semana muy intensa. El jueves toreó en Dax, Francia, un encierro de Victorino Martín; el viernes en Gijón con toros de La Quinta y el 30 de agosto en Palencia también con toros de esta misma ganadería, así que un torero como yo que está luchando tarde a tarde, sumar tres compromisos en una misma semana, de categoría, no es fácil. El primero ya lo saldamos bien, y los otros dos espero se replique lo de hoy”, anheló el torero galo.



