Y sus toros lo despiden
Tras la misa de cuerpo presente en Rancho Seco trasladan el féretro al otro emblemático rancho de Piedras Negras
POR GUILLERMO LEAL
TLAXCO, Tlaxcala.- Como muchas veces, lo hizo a pie, y algunas en sus vehículos de campo, el ganadero, Sergio Hernández González, propietario de la centenaria Ganaderia de rancho seco, recorrió por última vez sus senderos, cruzando los potreros en donde durante toda una vida crió al toro bravo.

El recorrido del Ferro, cargado por momentos por su hijo Sergio, sus nietos, algunos matadores, De toros, y trabajadores que le fueron fieles a Sergio Hernández durante un buen puñado de años, llegó al terreno que dispuso el propio ganadero como panteón familiar y, a un costado de la tumba de su madre, Beatriz González Carvajal de Hernández “La Tía Nena”, abrieron una fosa donde descansará eternamente, el criador tlaxcalteca cuya ganadería de Rancho Seco, cumplió hace tres años su primer siglo de vida.

“Se fue en paz, mientras le tomaba yo sus manos en un sillón de su cuarto en la casa de Ciudad de México.
“Pero obviamente que él había dispuesto que aquí a un lado de su mamá Beatriz, descansaría en paz. Fue un hombre muy exitoso y lo disfruté 62 años de matrimonio”, aseguró, triste, pero tranquila su esposa Vicky Weber, tras el entierro del criador de bravo, a quien acompañó su hijo Sergio, -su hija Mónica no pudo estar debido a una fuerte bronquitis que padece-, y sus nietos Fauro, “Checo”, Jerónimo, así como los matadores José Luis Angelino, Sergio Flores, Gerardo Rivera, Salvador López; el novillero Jesús Sosa, entre otros.

Así como los ganaderos Javier Iturbe, los hermanos Muñoz, de Zacatepec; Don Hugo, Manolo y Carlos García Méndez, por nombrar a algunos.

La misa fue oficiada por Alejandro Muñoz, uno de los criadores de bravo de Zacatepec, hierro hermano de Rancho Seco y que ejerce como clérigo.




