Sudán del Sur al borde del colapso: millones sin comida y niños en riesgo de desnutrición
Agentes de las Naciones Unidas han advertido esta semana que millones de personas se encuentran en riesgo de sufrir hambruna extrema en 16 puntos del mundo. Este escenario exhibe que la crisis alimentaria, en lugar de mejorar, va en declive.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han indicado a través de un informe en conjunto que 6 son los que más generan preocupación: Haití, Malí, Palestina, Sudán del Sur, Sudán y Yemen.
Incluso actualmente, más de 7,5 millones de sursudaneses, cifra que representa más de la mitad de la población del país, se enfrenta a niveles de hambre “de crisis o peores” durante la temporada de escasez de 2026.
El análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), elaborado por varias agencias de la ONU, menciona que más de la mitad del país afrontará niveles de emergencia. Estos van desde la fase 3 (“crisis”), cuando las familias apenas logran alimentarse recurriendo a medidas extremas, hasta la fase 5 (“catástrofe” o “hambruna”), en la que parte de la población carece totalmente de comida y se registran muertes por inanición.
El informe indica que unas 28.000 personas en los condados septentrionales de Luakpiny/Nasir y Fangak ya se encuentran en esa situación extrema correspondiente a la fase 5 y advierte de que el sur de Luakpiny/Nasir podría caer en hambruna si continúan los combates, las inundaciones y los brotes de enfermedades.
El documento prevé, además, que más de dos millones de niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda entre abril y julio de 2026, mientras que otros 2,1 millones de menores y 1,1 millones de madres están en riesgo de malnutrición severa por desplazamientos, falta de acceso a la ayuda humanitaria y la propagación del cólera.
“El hambre que estamos presenciando en Sudán del Sur se debe en parte a la interrupción de las temporadas agrícolas y de los sistemas agroalimentarios por el conflicto”, señaló la representante de la FAO en el país, Meshack Malo. “Alcanzar una paz duradera y revitalizar estos sistemas es esencial para acabar con el hambre”, añadió.
La directora del PMA en el país, Mary-Ellen McGroarty, calificó la tendencia de “alarmante” y señaló que en las zonas donde ha prevalecido la paz y se ha permitido el acceso humanitario, “las comunidades han comenzado a dar los primeros pasos hacia la recuperación”.
Por otro lado, los países de Afganistán, República Democrática del Congo (RDC), Birmania, Nigeria, Somalia y Siria se encuentran calificados como países de “muy alta preocupación”. A estos se les suman Burkina Faso, Chad, Kenia y la situación de los refugiados rohingyas en Bangladesh tras huir de Birmania.
Las agencias de la ONU advirtieron de que la inseguridad, los saqueos, las malas carreteras y las inundaciones impiden la llegada de ayuda, dejando a comunidades enteras aisladas durante meses. Asimismo, destacan que el financiamiento que les dan para ayudar a estos países ha disminuido, lo que afecta la respuesta de emergencia, forzándolos a cortar las raciones y reduciendo el acceso a los alimentos para los grupos más vulnerables.
“La ventana para actuar se está cerrando rápidamente y el momento de responder es ahora”, subrayaron.
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Información de EFE.



