El obispo Juan Espinoza Jiménez hizo un llamado a no tener miedo de anunciar el evangelio, pues cuando la Iglesia sufre persecuciones se agiganta y engrandece la fe; y advirtió que hay temor de que se pierda la libertad de expresión en el país.
Ante las tormentas y vientos contrarios que pretenden impedir que la Iglesia siga con su misión evangelizadora, no deben caer en la tentación de creer que Cristo duerme o está ausente, agregó en la misa dominical.
El prelado diocesano conminó a no permitir que el miedo domine nuestra vida y analizar cómo anda nuestra fe y confianza que se tiene en Dios.
“Hay temor a que la situación de inseguridad siga aumentando, de que la educación y el sistema de salud continúen en decadencia, y a nivel nacional la amenaza a perder la libertad de expresión, y el gran temor de vivir abandonados a nuestra suerte ante el galopante avance de la violencia y la impunidad”, aseveró en la Catedral del Aguascalientes.
El obispo diocesano dijo que Jesús permite que los discípulos misioneros tomen los remos, con la confianza de estar en la barca. “No soltemos los remos, la fe nos hará hombres nuevos. No temamos anunciar el evangelio que es verdad y vida, la barca que es la Iglesia, la barca que somos todos nosotros bautizados ha sido zarandeada por vientos contrarios a lo ancho y a lo largo de su historia, pero ninguna tormenta la ha hundido; los creyentes no estamos remando solos, Jesús quiere y nos siguen marcando el rumbo”, acotó.
Espinoza Jiménez indicó que esta nuestra sociedad es conducida hacia la deshumanización a causa de las ideologías impuestas, el crimen y el abandono.
“Sin darnos cuenta y con la bandera del progreso, nuestra sociedad está siendo conducida a una deshumanización a causa de las ideologías impuestas contra la dignidad humana, la vida, la familia y la educación”.
El llamado Humanismo Mexicano no se ve, sino que por el contrario, se percibe una deshumanización, porque vemos individualismo por todos lados, se resaltan los intereses personales, las divisiones y el relativismo ante la verdad, afirmó.
En la homilía, añadió que el crimen brutal y despiadado azota a muchos pueblos y destacó la situación de las madres buscadoras abandonadas y los enfermos descuidados. El clérigo lamentó que se va perdiendo la fraternidad y la solidaridad en la sociedad.