Tras sostener que por estar mezclada con diferentes metales el agua que se extrae de los pozos “es todo menos potable, aun y con todo lo que se le haga”, el geólogo Arturo Sotelo Rodríguez advirtió que consumir agua de la llave conlleva muchos riesgos para la salud de las personas, por lo que pidió no hacerlo.
“Ni siquiera el agua de muchas de las marcas que se ofrece como purificada es puramente limpia, siendo su consumo el detonante de una serie de enfermedades, por lo que las autoridades deben poner más atención en este tema que de ninguna manera es menor”, subrayó el especialista en el tema hídrico.
Señaló que aun y cuando se asegure que el agua es tratada y que pasa por varios procesos antes de llegar a los domicilios, sin embargo eso no la hace pura debido a una serie de factores, por lo que lo mejor es hervir bien el agua de los pozos e incluso también aquella que se vende en garrafones.
El secretario del Colegio de Geólogos de Aguascalientes aseveró que diversos estudios e investigaciones especializadas que se han realizado sobre la calidad del agua que se extrae cada vez a mayor profundidad por la sobrexplotación irrefrenable, llegan al mismo resultado referente a la pésima y peligrosa composición del agua que la hace no apta para consumo humano.
“Aunque se nos diga que la filtran, la tratan y la someten a procesos especiales para mejorarla en su calidad y hacerla potable, la verdad es que el agua extraída de los pozos es de muy mala calidad porque está mezclada con una serie de elementos (metales) que pueden impactar en la salud de las personas”, advirtió el especialista tras insistir que no es nada recomendable tomar agua de la llave, ni de los bebederos en las escuelas o los que hay en los espacios públicos.
El agua que llega a los domicilios debe utilizarse solamente para hervir las verduras que se consumen en casa y para hacer el aseo, pero no para consumirse debido a que es de pésima calidad y de alto riesgo para la salud de las personas.
Precisó que hay investigaciones que concluyen que no sólo el agua de los pozos sino también la de los ríos y presas es de mala calidad, pues se han realizado análisis químicos y bioquímicos que refieren que, por ejemplo el cauce del Río San Pedro, arrastra todo tipo de contaminantes, desde metales pesados (arsénico, mercurio, plomo, zinc, cadmio, etc.), soluciones, orgánicos, coliformes, patógenos fecales y detergentes, así como tipo de bacterias que la vuelven no apta para consumo humano.