La ciudad se llenó de dicha y devoción este 15 de agosto, con miles de feligreses que se dieron cita en la celebración del quincenario de la Virgen de la Asunción, patrona de Aguascalientes.
Bajo el lema “Con María de la Asunción hagamos lo que él nos dice”, la comunidad se unió para festejar la edición 69 de la Romería, así como el 125 Aniversario del nombramiento de la Diócesis de Aguascalientes.
Con 15 carros alegóricos y la participación de más de tres mil personas, los contingentes partieron en punto de las 20:00 horas desde el cruce de Josefa Ortiz de Domínguez y Adolfo López Mateos. Su recorrido se extendió por las calles Héroe de Nacozari, Francisco I. Madero, Juan de Montoro, Jesús Díaz de León y López Mateos.
Los apostolados, Marianos, Diocesanos, Salesianos y la comunidad hidrocálida se reunieron bajo los “pies de la virgen” para agradecer y pedir por sus necesidades y por la protección de todos los creyentes. Entre el redoble de las bandas de guerra, los violines de los matlachines y las guitarras de los colectivos religiosos amenizando su canto, los gritos y aplausos de las personas sobresalieron con porras como “El que no brinque es Diablo” o “Yo sí le voy, le voy a la Virgen”.
Alrededor de las 22:00 horas, los contingentes desfilaron frente a la Catedral y frente a la Gobernadora, el presidente municipal y los representantes de las diócesis del Estado.
Algunos de los carros que se presentaron fueron:
María, llena de Gozo y Gratitud: donde se hizo alusión a la virgen como un faro de luz y esperanza.
María encarna al verbo: donde se mostró la encarnación de Jesús en María
María, Reina de la paz: que mostró a la virgen como una guía para llevar nuestra vida por el sendero del respeto, la solidaridad y la unión.
María, madre de los jóvenes: que dio un enfoque al rostro alegre y festivo de las nuevas generaciones y el papel que juega la virgen María para iluminarlos y llenarlos de esperanza.
Con María, hagamos lo que él dice: el carro que cerró el desfile con un reconocimiento a la Virgen de la Asunción y un agradecimiento a las 125 parroquias que forman parte de la Diócesis de Aguascalientes.
La velada terminó con una oración para pedir por el pueblo y la identidad espiritual de Aguascalientes, seguida de un espectáculo de pirotecnia que iluminó la noche de unión y armonía que se vivió en la capital; con la atenta invitación a no dejar que los valores y principios representados en las comparsas se quedaran en lo superficial, sino que se implementen en la vida diaria.