Las agencias de inteligencia de Estados Unidos denunciaron este lunes que Irán ha aumentado sus intentos de intervenir en las próximas elecciones del país para moldear su resultado de acuerdo con sus intereses.
“Hemos observado una actividad iraní cada vez más agresiva durante este ciclo electoral, que involucra específicamente operaciones de influencia dirigidas al público estadounidense y operaciones cibernéticas dirigidas a campañas presidenciales”, señala un comunicado conjunto de las agencias.
El FBI, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) indicaron que esa actividad incluye las recientemente reportadas por la campaña del candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, que la comunidad de inteligencia (CI) atribuye a Irán.
Señalaron, además, estar convencidos de que el Gobierno iraní, a través de la ingeniería social y otros esfuerzos, ha buscado personas con acceso directo a las campañas presidenciales de republicanos y demócratas, con el propósito de influir en el proceso electoral.
“El FBI ha estado rastreando esta actividad, ha estado en contacto con las víctimas, y continuaremos investigando y recopilando información para perseguir y desarticular a los actores responsables de amenazas”, dice el comunicado, que acusa a Irán de “avivar la discordia y socavar la confianza en las instituciones democráticas”.
Las agencias destacaron que por mucho tiempo Irán ha demostrado interés en explotar las tensiones sociales a través de diversos medios, incluido el uso de operaciones cibernéticas, para intentar obtener acceso a información confidencial relacionada con las elecciones.
E indican que, además de las iniciativas para “complicar la capacidad de cualquier administración de EE.UU. de aplicar una política exterior contraria a los intereses de Irán, la CI ha reportado previamente que Irán percibe las elecciones de este año como particularmente trascendentales en términos del impacto que podrían tener en sus intereses de seguridad nacional, aumentando su intento de moldear el resultado”.
EE.UU ya acusó a Rusia e Irán de haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
“No toleraremos esfuerzos extranjeros para influir o interferir en nuestras elecciones, incluido el ataque a campañas políticas estadounidenses”, indicaron las agencias, que trabajan estrechamente con socios del sector público y privado para compartir información, reforzar la seguridad e identificar e interrumpir cualquier amenaza.
Advirtieron además que la creciente actividad iraní demuestra la necesidad de aumentar la resiliencia de esas plataformas, por lo que recomendaron usar contraseñas seguras, solo cuentas de correo electrónico oficiales para asuntos oficiales, actualizar el software y evitar abrir archivos adjuntos de remitentes sospechosos.
El FBI y CISA exhortaron a las campañas y a las partes interesadas de la infraestructura electoral a reportar información sobre actividades sospechosas o criminales.
El pasado 10 de agosto, la tecnológica estadounidense Microsoft también dio a conocer en un informe sus últimos hallazgos sobre las ciberoperaciones del Gobierno de Irán para influir en las próximas elecciones presidenciales.
En el informe, “Irán avanza en las elecciones de 2024 con operaciones de influencia facilitadas cibernéticamente”, la empresa indica que ha visto esa actividad de Teherán en los últimos tres ciclos electorales en EE.UU. y “en los últimos meses”.