Activistas y organizaciones civiles urgieron este lunes a inmigrantes en Estados Unidos a acogerse al nuevo plan de regularización que abre hoy sus inscripciones y se prevé beneficiará a cerca de medio millón de indocumentados, cónyuges o hijastros de ciudadanos estadounidenses.
“Es muy importante que las personas elegibles tomen ventaja de este beneficio lo más pronto posible”, advirtió Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, en inglés), en una conferencia de prensa.
El programa Keeping Families Together (Mantener unidas a las familias), anunciado en junio pasado por la Casa Blanca, se apoya en el llamado “parole in place”, que otorga un permiso temporal para permanecer en EE.UU., ofreciendo protección frente a la deportación.
El plan de regularización también otorga a los indocumentados la posibilidad de obtener un permiso de trabajo.
Pero lo más importante es que permite a los beneficiados realizar el proceso para obtener una residencia permanente en EE.UU. por estar casado o ser hijastro de un ciudadano estadounidense sin tener que salir del país.
El programa exige que el solicitante debe haber vivido en el país un mínimo de 10 años y estar casado antes del 17 de junio de 2024.
Los indocumentados que fueron deportados con anterioridad o tienen récord criminal no serán admitidos.
Las personas elegibles deberán someter sus solicitudes en línea en el portal del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés), donde tienen que crear una cuenta y someter el formulario I-131F.
La tarifa es de 580 dólares por persona elegible y no se aceptarán solicitudes de exención para los inmigrantes de bajos recursos.
La Administración Biden estimó que aproximadamente 500.000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses y unos 50.000 hijastros serán elegibles para el programa.
Ur M. Jaddou, directora de USCIS, elogió hoy en un comunicado el programa que, según su opinión, elimina las “barreras indebidas” establecidas para familias que de otro modo calificarían para vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos.
Destacó que el plan de regularización “creará mayo eficiencia en el sistema de inmigración y se centrará en los no ciudadanos que contribuyen y tienen conexiones duraderas dentro de las comunidades estadounidenses en todo el país”.
Temor a las represalias antiinmigrantes
Pero no todos los sectores han aplaudido el programa del Gobierno Biden. Sectores ultraconservadores han amenazado con retarlo en las cortes y han acusado a la Administración de utilizarlo como parte de la campaña de los demócratas para retener la Presidencia.
“Tenemos que aprovechar esta oportunidad. No sabemos qué pasará en las elecciones de noviembre y podemos quedarnos nuevamente por fuera”, dijo a EFE Guadalupe Anguiano, una inmigrante mexicana de 21 años, que es elegible para el programa.
La joven contrajo matrimonio con su novio de adolescencia el 15 de junio a dos días de que se venciera la fecha de elegibilidad. La migrante califica como “un milagro” que pudiera beneficiarse del programa.
“Mi esposo es hijo de inmigrantes y me dijo casémonos, no podemos dejar que un sistema de inmigración fallido nos separe. Vamos a dar la lucha”, cuenta la inmigrante que llegó a los 3 años de edad al país y no calificó para el programa de Acción Diferida (DACA).
El mensaje de urgencia para los inmigrantes elegibles se ha extendido por todo el país. La Asociación Nacional para Nuevos Estadounidenses (NPNA), que agrupa a más de 75 organizaciones de derechos de inmigrantes y refugiados en 42 estados, hizo este lunes un llamado para que se aproveche la oportunidad.
Los activistas también aprovecharon para hacer nuevamente un llamado para que el Congreso apruebe una reforma migratoria que de un camino a la ciudadanía a los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en el país.
“Aunque este alivio será transformador para miles de individuos y familias, es solo parte de las soluciones necesarias que ofrecen alivio y estabilidad a todos los miembros de nuestras comunidades. El pueblo estadounidense quiere soluciones humanas que prioricen un camino hacia la ciudadanía para todos”, puntualizó Nicole Melaku, directora de NPNA.