En punto del mediodía, las campanas de la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción repicaron pausadamente como símbolo de luto mundial, en homenaje al Papa Francisco, fallecido este 21 de abril. El sonido grave y solemne marcó el inicio de la misa en memoria del Santo Padre, la cual reunió a cientos de fieles que acudieron al recinto para elevar una oración por su alma.
La ceremonia eucarística fue presidida por monseñor Juan Espinoza Jiménez, obispo de la Diócesis de Aguascalientes, quien compartió con los presentes el mensaje emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano, dedicado al Papa emérito con palabras de profundo afecto y gratitud.
Durante la homilía, el prelado destacó las virtudes que definieron al pontífice argentino, describiéndolo como un hombre sencillo, cercano al pueblo y profundamente humilde.
Tras la comunión, monseñor Espinoza pidió a los asistentes guardar un minuto de silencio en oración por el alma de Francisco, “que ha retornado a la casa del Padre”.

Antes de concluir la misa, el obispo tomó unos minutos para compartir una anécdota personal de sus años de formación en Roma, cuando tuvo oportunidad de convivir con el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio. Recordó, entre sonrisas, una frase que el futuro Papa le dirigió en aquel tiempo: “Tú eres el potrillo entre tanto viernes”, evocando con afecto la sencillez y calidez del hombre que más tarde se convertiría en líder espiritual del mundo católico.
Tras la bendición final, fueron los fieles quienes, por iniciativa propia, dedicaron breves instantes para aplaudir el legado del Papa Francisco, un gesto que reflejó el cariño y reconocimiento hacia un pontífice que, sin duda, quedará en la memoria y en los corazones de la comunidad católica.