El novillero queretano corta cuatro orejas y, de inmediato, le salió una sustitución para mañana en Francia
Por Guillermo Leal
Contundente fue la actuación del novillero mexicano Ignacio Garibay Quijas en el certamen novilleril de Málaga, que al final, cortando cinco orejas también se adjudicó.
Ignacio lidió tres novillos, ya que uno de sus alternantes sufrió una fuerte voltereta en su primer astado y ya no salió de la enfermería, por lo que él y Manuel Martínez, que era el otro torero, tuvieron que lidiar tres astados.
Garibay le cortó la oreja a su primero, las dos a su segundo y una más al tercero, que fue el mejor del buen encierro de López Gibaja.

La variedad, el temple, la colocación y buenas maneras del mexicano lo hicieron triunfador. Seguro con el capote recibiendo a sus tres astados de rodillas, a dos en la puerta de toriles.
Con la muleta consiguió momentos de mucha calidad, en donde con la figura erguida y la mano muy baja

El joven mexicano anduvo desahogado, pero sobre todo firme y acertado en la faena a su primero, al que recibió de rodillas, al hilo de las tablas, y toreándolo con el envés del capote.
Los pases por ambas manos tuvieron temple y profundidad, aprovechando la bravura y recorrido del astado de Gibaja que le dejó lucir a Garibay.

Una estocada entera, ligeramente caída y que tardó en ser efectiva para que el astado se entregara, hasta que Ignacio acertara en el primer golpe de descabello para cortar así su primera oreja.
Con su segundo combinó la variedad con el toreo clásico, rematando los muletazos atrás logrando emocionar a los aficionados que registraron un entradón y que le premiaron con los dos apéndices, y en el sexto que le correspondía a su compañero lesionado, el mejor de todos por su nobleza y recorrido, Nacho no dejó escapar nada. Su variedad con el capote colocó, como debe ser en un novillero, con más voluntad que lucimiento, las banderillas y luego la faena tuvo de verdad momentos brillantes.

“Ha sido la experiencia bien bonita. Que una plaza de primera se entregue de esa manera, nunca lo había sentido y es único.
“Estoy feliz, vamos rumbo a Francia pues mañana toreo en Dax, una sustitución y aunque voy a llegar rayando, estoy en mi construcción como torero y eso es parte de”, contó Garibay Quijas, quien le brindó su tercer novillo a su madre Claudia que, ya se pueden imaginar cómo estaba.

Su padre el matador Ignacio Garibay, conducía el vehículo hasta Francia y simplemente dijo: “estoy verdaderamente sorprendido de la capacidad que mostró Nacho, hoy”.
Por cierto, Nacho usó por vez primera un traje sangre de toro y oro que le perteneció a su papá, lo que para ambos fue otro orgullo en la tarde.
Al final, este joven, que, salvo ayer martes, desde el sábado ha toreado y triunfado; mañana lo hará en Francia, y el de hoy es su segundo certamen de la semana, en una actuación de un torero serio, cuajado y con un futuro muy halagüeño.



