El primer semestre de 2025 marcó un pico alarmante en el índice de jóvenes reclutados por parte del crimen organizado en México, al registrarse un total de 445 casos, una cifra casi igual a los 458 casos contabilizados durante todo el 2024.
De acuerdo con datos de las Fuerzas Armadas de México, la participación de jóvenes en las filas del crimen organizado aumentó 98 por ciento, con base en las detenciones realizadas por fuerzas federales en apenas seis meses.

En torno a las recientes detenciones y aseguramientos, principalmente tras el hallazgo del rancho Izaguirre, presuntamente utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación como campo de entrenamiento para nuevos integrantes, se supo, a través de declaraciones de personas que estuvieron recluidas en ese lugar, que el CJNG los contactaba mediante redes sociales.
Los reclutados fueron atraídos a través de las redes sociales
Investigaciones posteriores confirmaron que el crimen organizado utiliza dichas plataformas para reclutar jóvenes con promesas de empleos bien remunerados, las cuales resultan falsas.
Mientras que en el pasado el método más común de los grupos criminales era el secuestro a través de centros de “rehabilitación”, ahora les resulta mucho más fácil aprovechar la incidencia y difusión de las redes sociales para publicar supuestas ofertas laborales. Otro recurso detectado para localizar a jóvenes ha sido a través de videojuegos en línea.
Estados como Tamaulipas, Guanajuato, Colima, Michoacán, Guerrero, Sonora, Estado de México y Baja California encabezan las estadísticas de entidades con mayor presencia de organizaciones criminales y donde, desde 2013, se ha asegurado un gran número de adolescentes vinculados a estos grupos.
Uno de los casos más recientes se registró en Aguascalientes, donde el pasado 26 de julio fueron detenidas 18 personas en un narco campamento utilizado presuntamente por el CJNG como sitio de reclutamiento. Entre los detenidos, se dio a conocer que cuatro tenían reportes de desaparición ante la Fiscalía General del Estado.
Con ello, queda confirmado que la delincuencia organizada ha reforzado sus tácticas de reclutamiento de adolescentes y jóvenes en el país.



