Nora Ruvalcaba destaca la nueva Ley de Extorsión y pide políticos del lado del pueblo.
Este fin de semana, México volvió a vivir escenas que duelen profundamente. Por un lado, el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, frente a su gente, en un evento público que debió haber sido un momento de paz y comunidad. Por otro lado, en Aguascalientes, la detención de “El Charro”, señalado como líder regional del Cártel Jalisco Nueva Generación y uno de los principales responsables de la violencia que durante años ha golpeado a la región.
Son dos hechos distintos, en estados diferentes, pero que muestran cómo el crimen organizado no solo opera, sino que condiciona la vida social y política del país. Con ese contexto, esta mañana hablé con la funcionaria Nora Ruvalcaba a través de JLMNoticias, quien subrayó que la violencia no se combate solo con discursos, sino enfrentando de frente los delitos que la alimentan cada día.
Explicó que por eso se aprobó en la Cámara de Diputados la nueva Ley General de Extorsión, ahora pendiente de pasar al Senado. Esta ley busca que este delito se investigue y castigue bajo una misma regla nacional, evitando que cada estado lo maneje de forma distinta.
Hizo énfasis en atacar el delito desde su definición. En el caso de la extorsión, explicó que es cuando alguien obliga a otra persona a hacer o dejar de hacer algo mediante amenazas. Un delito silencioso, que se alimenta del miedo, por lo que proteger a quien denuncia es fundamental.
La nueva ley garantiza el anonimato del denunciante, algo que antes no estaba asegurado y que hacía que la mayoría de las denuncias quedaran en el vacío. Antes, el 74% de las llamadas al 089 no avanzaban, no por falta de sistema, sino por falta de confianza y miedo a que el delincuente supiera que se denunció, miedo a las represalias, miedo a las consecuencias.
“Sin confianza, la gente no denuncia. Y sin denuncia, no hay justicia.” comentó Nora.

Esa desconfianza es el núcleo del problema. La extorsión es el tercer delito más frecuente en México, pero la cifra real es mucho mayor porque muchas víctimas prefieren callar. La ley contempla medidas cautelares para proteger a la víctima e incluso que los juicios puedan hacerse a distancia para evitar riesgos. Desde que se reforzó el sistema, se han recibido 60 mil llamadas al 089 y 400 personas ya han sido vinculadas a proceso.
Volviendo a Aguascalientes, la captura de “El Charro” es un paso importante, un parteaguas, aunque Nora explicó que esto no significa que el crimen haya terminado.
Recordó el caso de Pablo Escobar, cuando la DEA finalmente lo abatió, el problema no desapareció; se transformó, se acomodó y continúa. Porque esto va más allá de las personas; es una estructura sostenida principalemnte por dinero, armas y drogas.
“Necesitamos políticos del lado del pueblo, no del lado del delincuente”, enfatizó.
También hablamos del luto que vive el país. Este año, al menos 10 alcaldes han sido asesinados en diferentes estados, un duro recordatorio para quienes se atreven a enfrentar al poder del narcotráfico. Entre ellos, Carlos Manzo, quien, en vida, siempre estuvo del lado de la gente. Repetía constantemente a las familias que la educación es clave para mantener a los jóvenes alejados del camino del crimen, y subrayaba que esas estructuras sociales que perpetúan la violencia se rompen poco a poco desde casa.
Finalmente, Nora explicó que con la nueva ley comienza un proceso para que los estados adapten sus códigos penales y mecanismos locales en un plazo de 180 días, con el objetivo claro de poder recuperar la confianza de la ciudadanía y garantizar una justicia efectiva.



