CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- Hace unas semanas los Diablos Rojos del México cortaron una sequía de 10 años sin títulos como equipo de beisbol al coronarse en la Serie del Rey frente a Sultanes. Sin embargo, podrían cerrar el año con doble broche de oro si el nuevo equipo de baloncesto escarlata se corona en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, aunque no sienten presión por lograrlo.
“Motivados estamos desde el primer día, porque más allá del resultado de beisbol, la organización es muy seria y ordenada, eso te motiva. Este es un lugar ideal, desde el momento que empezamos el proyecto nos dimos cuenta de que Diablos es un lugar muy serio y no depende de un resultado, su trayectoria lo indica así que para nosotros mucho no nos cambia que hayan sido campeones en beisbol” confesó Nicolás Casalánguida, entrenador de los Pingos.
Previo a los partidos contra los Mineros de Zacatecas en el Gimnasio Juan de la Barrera, donde buscan dos victorias que alarguen su racha de cuatro triunfos consecutivos, el México entrenó en el poliderpotivo de la Universidad de La Salle; allí, el estratega argentino aseguró que “tomamos el desafío de poner a Diablos dentro de los protagonistas. Llegamos a la final de la Copa Value, ahora estamos dentro de los cuatro primeros, y estar ahí implica luchar contra los mejores de la competencia y eso es lo que buscamos desde el inicio”.
La quinteta de los Diablos ocupa el tercer lugar de la tabla de posiciones en la LNBP, lo que les daría el boleto directo a los playoffs y la oportunidad de soñar con su primer campeonato en la historia en la temporada debut.
Gael Bonilla, la gran estrella mexicana del equipo, recordó el campeonato de la Serie del Rey como algo mágico y confesó que los motiva a buscar la primera estrella en baloncesto, aunque “aún falta dar nuestra mejor versión, falta complementarnos mejor, pero vamos por buen camino para llegar a donde queremos llegar”.