Ni las mujeres privadas de la libertad, ni las de la tercera edad y tampoco las embarazadas y discapacitadas se salvan de la violencia de todo tipo, problema que está más que arraigado en el país, reveló el INEGI al dar a conocer ayer las estadísticas a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora el 25 de noviembre.
En los registros de 2021, se tiene que 29.9% de las mujeres privadas de la libertad, es decir, una de cada tres, señaló que la amenazaron con hacerle daño a su familia en el período después de la detención y antes de llegar a la Agencia del Ministerio Público o juez de lo penal, mientras que entre octubre de 2020 y el mismo mes de 2021, 14.6% de las mujeres de 60 años y más experimentó al menos un incidente de violencia por parte de familiares o personas con quienes vivía.
Las embarazadas no escapan al problema de la violencia, toda vez que las mujeres de 14 a 49 años que tuvieron un parto o cesárea entre 2016 y 2021, 31.4% vivió violencia obstétrica.
VIOLENCIA CONTRA MUJERES PRIVADAS DE LA LIBERTAD
Las estadísticas indican que las mujeres privadas de la libertad enfrentan condiciones de extrema vulnerabilidad debido a que las políticas penitenciarias carecen de enfoque de género, tomando en cuenta que las prisiones fueron diseñadas por y para hombres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021, del total de la población privada de la libertad en 2021, 64.5% experimentó al menos un acto de violencia psicológica realizada o permitida por la policía o autoridad después de la detención y antes de llegar a la Agencia del Ministerio Público o juez de lo penal.
Entre los principales actos de violencia psicológica en perjuicio de la población privada de la libertad, según actos de violencia psicológica realizados o permitidos por la policía o autoridad figuran: la incomunicación o aislamiento; amenazas con levantarles cargos falsos, amenazas de hacerles daño (golpes), utilizar objetos para lastimar; la pasearon en un automóvil dando vuelta por las calles o la amenazaron con hacerle daño a la familia.
VIOLENCIA CONTRA ADULTAS MAYORES
La vejez a menudo se asocia erróneamente con la fragilidad y la dependencia, lo que puede llevar a situaciones de discriminación, aislamiento y, en casos extremos, maltrato y violencia.
En ese sentido, los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021 revelaron que de las poco más de 9 millones 63 mil mujeres de 60 años y más que había en México, 14.6% experimentó violencia en los 12 meses previos a la encuesta por parte de familiares o convivientes.
Asimismo, se advierte que la psicológica, seguida de la económica, la física y la sexual, resultaron ser los tipos de violencia más prevalentes en contra de las adultas mayores que padecieron la violencia.
Entre las situaciones de violencia contra las mujeres de 60 años y más en los 12 meses previos al levantamiento de la encuesta, las más comunes fueron: le dejaron de hablar (6.3%), la dejaron sola o la abandonaron (3.7%) y le gritaron, insultaron u ofendieron (3.2%).