El reciente resurgimiento del sarampión en México ha encendido las alarmas en el sector salud, especialmente en el estado de Chihuahua, que actualmente se considera el foco principal de contagio en el país. Esta enfermedad, una de las más contagiosas que existen, se propaga fácilmente por el aire a través de la tos y los estornudos.
El sector de la población más vulnerable ante este virus son los niños menores de cinco años, especialmente aquellos que no han recibido su primera dosis de la vacuna; personas con el sistema inmunitario débil como infectados con VIH/SIDA, cáncer o aquellos que están bajo tratamiento médico especial.
De igual manera, mujeres embarazadas, en cuyo caso puede provocar desde abortos espontáneos, hasta partos prematuros y bebés con bajo peso, adultos mayores y personas en general que no hayan sido vacunadas.
Aguascalientes, ante la confirmación de su primer caso de sarampión
La situación se ha vuelto crítica con la posibilidad de que otros estados se vean afectados. Tal es el caso de Aguascalientes, donde se podría confirmar en las próximas horas el primer caso. Según el director del Instituto de Salud de Aguascalientes (ISSEA), Rubén Galaviz Tristán, se trata de un paciente que fue recientemente a Chihuahua y ahora recibe atención médica en el IMSS.
Aunque el caso aún no está confirmado, las autoridades de salud actuaron en consecuencia, implementando un cerco sanitario alrededor del paciente y su familia para contener el virus y evitar nuevos contagios.
Como medida preventiva, Aguascalientes ha recibido 16 mil dosis de vacunas para reforzar la protección de la población, Galaviz Tristán ha enfatizado que “la única manera de prevenir es tener los esquemas de vacunación completos”.
¿Qué es el sarampión? Síntomas y población de riesgo
El sarampión no es una enfermedad inofensiva. Sus síntomas iniciales, que aparecen entre 10 y 12 días después de la exposición, incluyen fiebre alta que puede llegar hasta los 40 °C, tos seca, secreción nasal y ojos enrojecidos. Un signo distintivo son las manchas de Koplik, pequeñas manchas blancas que aparecen dentro de la boca. Días después, se manifiesta una erupción cutánea de manchas rojas que comienza en la cara y se extiende por todo el cuerpo.

Si bien la enfermedad se puede manejar, puede tener graves complicaciones como neumonía, infecciones del oído y, en casos raros, encefalitis. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados y los niños pequeños son los más vulnerables a las formas más severas de la enfermedad.
Un brote regional: México y Estados Unidos enfrentan el resurgimiento
El brote de sarampión en México se suma a una tendencia regional, ya que Estados Unidos también ha experimentado un resurgimiento de casos. Autoridades de salud estadounidenses han notificado más de 1,400 casos confirmados en lo que va del año, con Texas como el epicentro del brote. Este aumento, tanto en México como en Estados Unidos, es atribuido en gran medida a la disminución en las tasas de vacunación en los últimos años.
El brote más grande en México durante las últimas décadas ocurrió en 1990, cuando las campañas masivas de vacunación lograron contener la enfermedad. Sin embargo, la relajación en los esquemas de vacunación ha permitido que el virus reaparezca.
Prevención: La clave para detener el virus
No existe un tratamiento específico para el sarampión. El manejo se centra en aliviar los síntomas con descanso, hidratación y aislamiento para evitar contagios.
La única forma de detener la propagación del sarampión es a través de la vacunación. La vacuna triple viral (SRP) protege contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis. Se recomienda aplicar la primera dosis entre los 12 y 15 meses de edad, y una segunda dosis entre los 4 y 6 años.

Las autoridades de salud hacen un llamado urgente a la población a revisar las cartillas de vacunación y asegurarse de que los niños tengan sus esquemas completos para protegerlos y evitar que el sarampión se convierta en una emergencia de salud pública.



