Milwaukee (EE.UU.), 17 jul (EFE).- El candidato a vicepresidente del Partido Republicano, J.D. Vance, se estrenó este miércoles como “número dos” de Donald Trump con un discurso lleno de guiños hacia los estados clave del Medio Oeste del país, que el magnate neoyorquino necesita apuntalar para regresar a la Casa Blanca.
El senador de Ohio, elegido por Trump como compañero de fórmula el lunes pasado tras meses de incógnita, se presentó ante la Convención Nacional Republicana para aceptar su nominación horas después de que su campaña despreciara la invitación a debatir que le extendió la actual vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris.
“Acepto oficialmente la nominación para ser vicepresidente de Estados Unidos”, exclamó ovacionado por los cerca de 1.400 delegados del partido y el propio Trump, que lo observaba desde la tribuna del estadio Fiserv de Milwaukee, en Wisconsin, uno de los estados que los republicanos esperan arrebatar a los demócratas.
Vance, de 39 años, se deshizo en elogios hacia el líder republicano, quien el sábado sobrevivió a un intento de asesinato. “Nunca daré por sentada la confianza que ha puesto en mí. Qué honor ayudarle a plasmar la extraordinaria visión que tiene para el país”, expresó sobre su mentor.
Su discurso, poco enérgico en algunos momentos, encarna pese a todo el cambio de postura de Vance, quien años atrás fue un duro crítico de Trump, a quien llegó a comparar con Hitler, pero luego se plegó a los designios del magnate neoyorquino como casi todo el partido.