El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, advirtió este domingo que la situación en Oriente Medio ha alcanzado un nivel “crítico” de peligrosidad.
El jefe de la diplomacia europea se manifestó así después de que el grupo chií libanés Hizbulá lanzase este domingo la prometida respuesta al asesinato de su máximo comandante, Fuad Shukr, que llegó en forma de cientos de cohetes y drones contra el norte de Israel tras casi un mes de espera con ambos países sumidos en el miedo a una guerra abierta.
Anteriormente Israel había bombardeado intensa y preventivamente la madrugada del domingo el sur de Líbano, con más de 100 aviones de combate para tratar de frustrar ese ataque, y destruyó miles de lanzaderas que apuntaban al norte y centro del país mientras el grupo chií logró disparar unos 300 proyectiles en la mayor escalada bélica entre las partes en casi dos décadas.
“La situación en Oriente Medio ha alcanzado un nivel crítico de peligrosidad, para la región y más allá”, dijo Borrell en su cuenta en la red social X.
Ante esta situación el alto representante de la UE señaló que apoya “la petición del primer ministro libanés, Najib Mikati, de que se aplique de inmediato la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, además del tan necesario alto el fuego en Gaza, para evitar el riesgo de una guerra en toda regla”.
Esa resolución de la ONU exige un cese total de las hostilidades entre Israel y Hezbolá, la retirada de las fuerzas israelíes del Líbano para ser reemplazadas por fuerzas libanesas y de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL), y el desarme de grupos armados incluyendo Hezbolá.
La formación libanesa dio por concluida la operación “por hoy”, pero alertó de que se trata solamente de una “primera fase” de su respuesta a la muerte de Shukr, alcanzado por un bombardeo israelí contra un edificio en los suburbios meridionales de Beirut el pasado 30 de julio.
Mientras tanto, se han acelerado los contactos para tratar de contener la situación y los llamados a la desescalada, entre otros por parte de la FINUL y de la oficina de las Naciones Unidas en el país.
El primer ministro libanés confirmó durante una reunión ministerial de emergencia que “está realizando una serie de llamadas con los amigos del Líbano para detener la escalada”, de acuerdo con un comunicado gubernamental.
También reafirmó su apoyo a las negociaciones en marcha en El Cairo para alcanzar un alto el fuego en Gaza, vistas como la única salida también a la violencia en el Líbano y como la clave para evitar el potencial conflicto que planea sobre Oriente Medio desde hace un mes.